Mientras que cualquier otra mujer hubiera gritado de espanto al ver una araña gigante, esta valiente no huyó al descubrir un enorme arácnido e incluso lo adoptó porque estaba herido. Así es como se vive en Australia… Allá en las tierras donde viven algunas de las criaturas más letales del planeta, ver una araña cangrejo es de lo más normal. Elina Walsh es una mujer que vive en Townsville, y encontró a un bicho de esa especie pero descubrió que había perdido la mitad de sus patas y no podía moverse bien.
Investigó un poco en internet y se dio cuenta de que las arañas pueden regenerar sus patas, así que en lugar de aplastarla decidió cuidarla hasta que sus extremidades volvieran a crecer. Ya había tenido antes como mascotas a un escorpión y a una tarántula, así que ya estaba familiarizada con los cuidados necesarios para los artrópodos.
La bautizó como “Peggy” y hasta creó una cuenta en Instagram para que las personas vieran la recuperación de esta araña. “Soy un gran amante de los animales, normalmente los cazadores no son mi elección favorita de animales, pero sentí pena por ella y traté de ayudarla”, explicó.
En cuestión de un mes Peggy ya tenía nuevas patas, pero según Elina todavía no eran lo suficientemente fuertes como para liberarla de nuevo a la naturaleza, y siguió cuidándola y alimentándola con insectos. “Ahora que ha recuperado las piernas, puede cazar bastante bien por sí sola, pero las que han vuelto a crecer son bastante más pequeñas. Con su próxima muda, debería tener piernas grandes nuevamente y estaré muy feliz de liberarla afuera”.
La asociación de rescate animal Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) conoció la historia de Peggy y Elina, y la contactó para darle el premio Héroe de Animales. Publicaron en sus redes sociales la imagen de esta protectora y la felicitaron: “Nos quitamos el sombrero ante esta mujer compasiva que mostró gran cuidado y respeto por Peggy, y fue más allá para salvar su vida”.
Australia es una de las tierras más salvajes donde impera la ley del más fuerte, pero esta mujer se ganó un merecido aplauso y reconocimiento por mostrar compasión a una criatura que aterraría a cualquiera.