La historia de la modelo Hamamat Montia es una de éxito y superación. Nació el 22 de julio de 1988 en Bolgatanga, Ghana, y en 2006, su vida cambió por completo después de ganar Miss Malaika Ghana, un importante certamen de belleza en su país natal.
Sin embargo, luego de convertirse en una modelo de talla internacional debido a su belleza y talento natural, su vida se vio afectada por problemas familiares y, posteriormente, por apuros económicos, lo cual la llevó a reinventarse como empresaria y vocera de su aldea y de África. Demos un breve recorrido por la vida de esta fascinante mujer.
Modelaje y fama
Los inicios de su carrera de modelaje tuvieron lugar a muy temprana edad. En 2006, apenas a sus 18 años de edad, resultó ganadora del concurso de belleza a nivel nacional Miss Malaika Ghana, lo que le abrió las puertas al escenario internacional. Este fue un sueño hecho realidad que la llevaría a participar más adelante en otros concursos y en el mundo del modelaje.
Múltiples marcas internacionales fueron cautivadas por su belleza y sus nuevos patrocinadores se aseguraron de que Hamamat tuviera todos los medios para adoptar un modo de vida glamoroso. Por un tiempo, fue lo que quiso y logró adaptarse al cambio en su estilo de vida.
Vicisitudes de la vida
Tras varios años de un estilo de vida de encanto, modelando y rodeada de lujos, los altibajos de la vida tomaron un giro para peor y su relación con su marido llegó a su fin, con un divorcio que la llevó a replantearse su vida y la de su familia.
Hamamat se dio cuenta de que no podía seguir con ese ritmo, con recursos económicos menguantes y una familia que se sentía incompleta. Un día su hija Zuri, entonces de tres años, le dijo que quería el cabello rubio como Cenicienta, lo que perturbó a su mamá: algo tenía que cambiar. Empacó sus cosas e inició el viaje de regreso a su pueblo natal, llevándose con ella a sus dos hijas, su tesoro más preciado, buscando el apoyo de su familia.
Bienvenida a casa
Al volver a su pueblo, Hamamat fue recibida por su familia con los brazos abiertos, quienes no cabían en sí de la emoción por el regreso de la joven, con sus dos pequeñas. Su gente le ayudó a instalarse, irse acostumbrando a las tareas diarias e incluso a procurarle comida. Emocionada por la cálida bienvenida y fascinada por la dedicación de su comunidad a la producción de manteca de karité, la modelo quiso compartirlo con sus “amigos” y conocidos del mundo de la farándula y el modelaje.
A pesar de no haber encontrando el apoyo que esperaba de sus relaciones citadinas, los videos que compartió en redes sociales pronto se volvieron virales y llamaron la atención de un amplio sector del público internacional. El orgullo que sintió por su herencia la impulsó a aprender sobre el producto de su aldea y a promocionarlo aún más en el mundo.
Hamamat, la empresaria
Creemos en las plantas e ingredientes africanos empleados desde la antigüedad por los curanderos africanos para crear productos para el cuidado de la piel, empleando solo ingredientes naturales de origen africano. Nuestros productos están diseñados para sanar, revelar, calmar y fomentar la verdadera belleza de tu cuerpo.
La empresa de manteca de karité de Hamamat despegó en línea y a nivel internacional. Debido a sus hijas, se había propuesto la meta de difundir la cultura africana y sus tradiciones a todo el mundo y, de ser necesario, convertirse en un modelo a seguir para todas las niñas africanas.
Visión triunfadora
Luego de ganar su primer concurso de belleza, la ideología de Hamamat tomó un rumbo grandioso: ella sabía que era capaz de alcanzar cualquier cosa en la que posara su mirada y fue este estado mental lo que la llevó a concebir más tarde la idea de convertirse en “la embajadora africana global”, título que se le atribuye popularmente hoy en día.
Al emplear su recién forjada fama como plataforma, Hamamat empezó a llamar la atención sobre problemas cruciales que tenían lugar en su comunidad mientras posaba para sesiones de fotografía y artículos de revista. Siempre estuvo consciente del poder de los medios, particularmente de las redes sociales, las cuales ha empleado para inspirar y educar más allá del alcance de sus propios esfuerzos comunitarios.
La educación como vía
Hoy las niñas me preguntaron ¿porqué 100 dólares no son lo mismo que 100 cedi? ¿Porqué nuestro dinero siempre es menos que su dinero? La escuela en casa siempre es divertida.
Ya sea participando en la escuela comunitaria o dándoles clases en su propia casa a sus hijas, Hamamat siempre ha abogado por el poder ilustrador de la educación y ha hecho esfuerzos por contribuir con su granito de arena.
Símbolo para las madres solteras
¡Estaba tan asustada de ser madre soltera! Ahora me doy cuenta de que debí haber tomado la decisión de hacerlo antes. Está bien luchar (por mantener unida) a tu familia, pero que no sea a costa tuya, (no te sacrifiques por ello). Justo como una herida sana, también sanarás tú (tras tu separación), permite que el dolor te moldee, no que te defina.
La modelo admite haber estado asustada cuando tomó la decisión de ser madre soltera, pero también aclara que no podría ser más feliz por haber dado el salto. Su visión optimista y amorosa es una inspiración y apoyo para las madres solteras en el mundo.
Raíces fuertes
Hamamat jamás olvidó de dónde vino: volvió a su aldea y al negocio familiar de fabricación de manteca de karité, el cual llevó al mercado global. Con su piel tersa y brillante, fue capaz de captar la atención para su producto de belleza.
A pesar de que sigue modelando, como actividad al margen de su negocio, Hamamat es ahora una exitosa empresaria de la industria cosmética y pilar de su comunidad, así como figura pública en el contexto del continente africano.
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