En los últimos años hemos visto a chicas que muestran sus kilitos de más, que se dejan crecer el vello, que desmitifican las fotografías “perfectas” que suben otras mujeres a Instagram.
Los estereotipos de la belleza impuestos por la sociedad y el consumo han ido modificándose, tratando de centrar la atención, primero, en un aspecto personal de aceptación, y luego, en valores como la inteligencia, la honestidad y una buena calidad humana, antes que en un 90-60-90.
Mikayla Holmgren, de 22 años, tiene bien claro que quiere ser una reina, y de paso, romper con esos cánones de los que hablamos.
Ella tiene síndrome de Down, pero eso no le ha impedido dedicarse a la danza y participar en concursos de belleza. En 2015 fue coronada como Miss Increíble Jr., en Minnesota.
Mikayla estudia en la Universidad de Marine en Saint Croix, Minnesota, y siempre ha demostrado una vitalidad y fortaleza enormes, lo que la ha llevado a ser oradora en el congreso de su estado, así como en el Senado de Estados Unidos, y es seguida por cientos, que la consideran una guia para la superación personal.
Y ahora, esta linda jovencita quiere ir más allá…
Se ha inscrito para competir por el título de Miss Minnesota 2017, lo que la convierte en la primera mujer con síndrome de Down en participar. De este evento se dice, es uno de los más reñidos.
Al respecto, Mikayla comentó en una entrevista:
“La belleza es de adentro hacia afuera, soy una persona feliz que intenta contagiar su belleza interna a los demás.”
Sabemos de lo cerrados que pueden ser en ocasiones los organizadores de los concursos de belleza, pero en este caso, hay una total apertura para que Mikayla participe. Al respecto, Denisse Wallace, que es parte de la organización, señaló:
“Ni los organizadores ni yo misma estamos acostumbrados a tener una competidora con el entusiasmo y la particularidad que tiene ella, estamos muy orgullosos.”
“Quiero que todo el mundo vea que puedo hacer cosas que son difíciles y que las personas con síndrome de Down son bellas y talentosas. Estoy lista para esto, cuando actúo en el escenario, quiero que la gente me vea.”
“He sido aceptada para el consurso Miss Minnesota. Entrar cuesta unos 1000 dólares. Lo hago para demostrar que una persona con síndrome de Down también puede ser parte de algo grande.”
Luego de esto, irá por Miss Universo, y con su actitud podemos decir desde ahora que ¡ya es toda una reina!