Es septiembre y retiemble en sus centros la tierra. Después de varias coincidencias de movimientos telúricos, los expertos se han quedado con el maquillaje de Krusty al ver que México tembló otra vez un 19 de septiembre, pues el centro del país tiene una lista en crecimiento de movimientos telúricos de gran intensidad registrados en este día. Aunque no hay una relación aparente, sí es una coincidencia bastante notable.
Las penas con pan son menos y, tras el susto, nada que un bolillo no arregle. Sin embargo, ni el osito Bimbo con todo su consorcio puede quitar las imágenes de los edificios moviéndose y derrumbarse. Tan solo recordar el sismo de 2017, en donde varios edificios se volvieron escombro, trae inquietantes recuerdos a la mente de los capitalinos.
En internet se volvió popular el video de una madre de familia, quien al ver a su hija entrar en pánico por el temblor, se llenó de valor y tomó muy en serio su papel de mamá mexicana. La señora solo quería que su hija Ivet se controlara, pero al estar en medio de la confusión, no le quedó más que decir “Te tranquilizas o te meto un putaz*, ¡cálmate!”.
Ya se está pasando. Cálmate porque te madr*o. Ya, tranquila, ya está pasando, Ivet.
En las situaciones de emergencia, no hay como la tranquilidad que sólo te puede proporcionar una madre mexicana pic.twitter.com/UKnaaXK2wF
— Erick Gutiérrez (@Erickisback1) September 20, 2022
En las imágenes se puede apreciar un edificio en construcción siendo sacudido por el resultado de los movimientos tectónicos. De igual manera, los árboles de la vía pública se mueven de un lado a otro. Aunque no podemos ver en el video a madre e hija, no dudamos que las palabras de la señora fueran tan sentenciantes como el “¿te apaciguas o te ‘apachingo’?”.
El clip ya se ha vuelto un clásico en los temblores y cada vez que se presenta uno no puede faltar el alineamiento maternal que desde 2017 se ha quedado en el corazón de miles de mexicanos y en el imaginario de los sacudidos, quienes no dejarán de marcar el 19 de septiembre como una fecha de cuidado. Y, como dijo el maestro Chico Che, “¿dónde te agarró el temblor?”.