Slywia Tabor, de Sacramento, California, era una vegana estricta, además de entrenadora fitness, pero como a Peter Parker, la mordida de una araña le ha cambiado la vida. Ahora tiene 32 años y ya no es vegana…
Mientras se encontraba acampando, en julio de 2017, una araña la mordió, y al principio no le dio mucha importancia, pues solo tenía una leve molestia en el tobillo, que fue la zona afecatda.
Con el paso de los días desarrolló una fascitis necrotizante, por lo que el área de la mordedura, así como otras partes de su cuerpo empezaron a descomponerse. Un mes después de ser mordida le apareció un grano en la ingle, que creció del tamaño de su mano, y fue hasta entonces que decidió acudir a un hospital.
Al ser examinada, los médicos se dieron cuenta de lo grave de la situación, tanto, que tuvo que entrar a cirugía para extirparle parte de la piel del abdomen, que se encontraba prácticamente en estado de descomposición, e injertarle nueva piel. Ni ella se imaginaba lo peligroso de lo que le estaba pasando:
No lo pensé mucho al principio. Solo fue un pequeño mordisco en mi tobillo. Pero a finales de agosto desarrollé un grano en la zona de la ingle, que en los próximos días creció y creció hasta que fue del tamaño de mi mano.
La cirugía fue un éxito, pero las complicaciones continuaron, ya que su sistema digestivo no absorbía los alimentos, y constantemente sufría de diarrea y erupciones en la piel, como reacción a lo que comía, lo que de nuevo la puso en alto riesgo, al no poder obtener los nutrientes suficientes.
Debido a que tomaba muchos antibióticos, los cuales matan a todas las bacterias buenas en tu intestino, que necesitas para digerir cosas, mi estómago estaba en un desastre otra vez y me sentía muy mal.
Un amigo, también entrenador fitness, medio en broma le sugirió probar con una dieta de carne, pues probablemente esto permanecería más tiempo en su organismo y así pudiera aprovechar sus nutrientes, y lo hizo: ahora come hasta un kilo de carne de cordero y ternera por día, aunque esto también puede representar un nuevo riesgo:
Mi hermana, que es entrenadora personal, dice que estoy loca y que necesito tener otras formas de nutrientes y no solo proteínas. Pero ella puede ver qué tan saludable estoy ahora, a lo que era cuando solía ser vegana.
Tan pronto como tomé el primer bocado de carne me sentí más fuerte de inmediato.
Para las personas que piensan que podría ser inusual, yo diría que simplemente lo intenten, ya que puede ayudarlos a sentirse mejor. Obtengo mi propia carne de un granjero local. Sé que viene de un buen lugar, por lo que las preocupaciones éticas que tenía antes ya no me preocupan más.
Las verduras y las semillas, que durante mucho tiempo fueron mi única fuente de alimento, son en realidad antinutrientes, compuestos que, si se consumen en exceso, interfieren en que tu intestino absorba lo que necesita. Y eso definitivamente me afectó a largo plazo.