Ya son pocos los que no saben de Karely Ruiz, uno de los rostros más conocidos en el entretenimiento para adultos. Si bien es cierto que su creación de contenido en OnlyFans es lo que la catapultó a la fama, desde que se dio a conocer y empezó a cosechar su éxito ha demostrado que está dispuesta a ayudar en las causas más variadas, ya sea regalar juguetes a los niños y hacer regalos a sus seguidores o pagar el tratamiento médico de gente gravemente enferma y llevar agua a la gente que sufrió por la sequía en su comunidad.
La generosidad de la modelo de 22 años le ha ganado más admiración de la que tendría de solo ser una cara bonita más, por lo que la gente se acerca a ella para pedirle que les eche la mano. Sin duda, los alrededor de 26 mil dólares que logra ganar mensualmente por su OnlyFans le permiten ser dadivosa, pero ni siquiera ella puede cumplir con todos los deseos y caprichos de su legión de seguidores, cuyos números superan los siete millones tan solo en Instagram y los tres millones en Facebook. Pero en esta ocasión, con mucho gusto, pagó la titulación de Mariana Alexia Weber, la más reciente chica que puede llamar sugar mommy a la bella influencer regiomontana.
Mariana, la suertudota sugar baby de Karely
Hace unos días, la influencer preguntó que si también era sugar mommy de las chicas que forman parte de sus seguidores y, efectivamente, tiene foro, pues muchas voces femeninas se alzaron para decirle que sí. Entre admiración y franco amor, no son pocas las chicas que siguen con devoción la carrera de Karely y una de ellas es Mariana Alexia Weber, oaxaqueña de la mera Oaxaca de Juárez, quien se convirtió en una de sus más recientes convidadas.
Frecuentemente, la creadora de contenido externa sus deseos de ofrecerle apoyo económico a quienes lo necesiten y aunque muchos lo toman con humor y hasta con algo de picardía (pidiendo ser sus asientos o algo de su ropa usada en vez del dinero), muchos de los peticionarios solicitan ayuda con temas de salud y otros serios. En ese contexto, Mariana fue la ganona de uno de los impulsos generosos de Karely, quien le depositó la cantidad de 521 dólares a su cuenta para que pagara su titulación.
“Siempre lo hago de corazón”
En el hilo en el que Karely ofreció el premio había un sinnúmero de peticiones, que variaban desde solicitudes de ayuda desesperadas hasta otras más relajadas que querían algo de dinerito para comprarse amenidades en juegos en línea. Sin embargo, quien recibió la ayuda de la modelo en esta ocasión había pedido un apoyo económico para pagar su titulación, para lo que necesitaba los 521 dólares que la modelo había ofrecido. Con un mensaje sencillito, la “fan destacada” de Karely le pidió su consideración:
Estoy listísima para recibir los 521 dólares, por favor. Los usaría para pagar mi titulación de la maestría.
– Mariana Alexia Weber
Apenas una hora después de haber “metido su solicitud”, la influencer y modelo le mandó un afectuoso saludo, anunciándole que había ganado y adjuntando una captura de pantalla con el comprobante del depósito a su cuenta.
Por supuesto, la envidia no faltó
Por supuesto que la nueva maestra Mariana quedó encantada con su regalo, pero los otros cientos de peticionarios, sin duda, no pudieron menos que sentirse algo desilusionados por no haber obtenido la atención de su reina. En la mayoría de los casos fue una reacción desencantada, pero al menos dijeron que se sentían felices por quien ganó y le reconocieron a Karely, una vez más, su gran corazón, aunque no faltó quien dijo que nunca lo tomaban en cuenta o que necesitaba su ayuda desesperadamente. Desafortunadamente, la influencer solo es generosa, no omnipotente.
Por el lado amable, prácticamente todos los fans de Karely quedaron con muy buen sabor de boca por el modo en que la celebridad sigue demostrando que todo lo hace de corazón, como cuando antes de Navidad del año pasado se hizo de todos los juguetes que pudo para dárselos a niñas y niños que necesitaran un detallito que les ilumnara las fiestas. No cabe duda de que Karely sigue siendo una de las modelos más admiradas tanto por su belleza física como por su belleza espiritual.