Pasó San Valentín, y muchos de ustedes triunfaron en la vida, otros no tuvieron tanta suerte; hubo soldados caídos, propuestas de matrimonio fallidas, y citas que no terminaron muy bien.
Ante toda la adversidad hay que llevar buena cara, y no todo rechazo es malo, aunque algunos no saben sobrellevarlo, como el amigo de esta historia…
Una chica llamada Lauren Crouch, cuenta en su blog algunas experiencias fallidas en lo que a citas se trata. Ella los toma como algo gracioso, incluso, muchas de las veces, se ha hecho amiga de aquellos con quien no funcionó algo romántico.
Por ello, se sorprendió cuando al terminar una ida a un café local con un tipo, este se portó grosero al no aceptar su rechazo. Ahora ella lo cuenta con gracia, pero dice que en su momento se sorprendió.
Todo comenzó cuando el susodicho, después de pasar 25 minutos con ella, la invitó a su casa para cocinarle algo, pues le llegaría un pedido de comida que había realizado con anterioridad. Lauren rechazó la invitación amablemente pues, además de no conocer al hombre, no veía por qué tendría que cocinarle algo en la primera cita. Después de varios intentos de persuasión y rechazo, el caballero la dejó en el lugar, pues tenía que recoger la entrega. Lauren regresó a su hogar.
Probablemente piensen que ahí quedó la cosa y estos dos no se volvieron a hablar… pero están equivocados. Lauren recibió estos mensajes en su camino a casa:
Hasta aquí todo bien, nuestro amigo solo intenta hacer su lucha para seguir viendo a Lauren, para él todo salió bien, a pesar de haberse ido de la cita a recoger su pedido.
¡Uy! Personalmente creo que hombres y mujeres, por igual, son perfectamente capaces de pagar su consumo en una cita. Pero si ya te ofreciste a pagar por la bebida de alguien, no puedes simplemente portarte patán y pedirle a la chica que te devuelva tu dinero. Eso está mal en muchos niveles, pero bueno…
Lauren dice que lamentó haberlo hecho sentir mal, pero que se le hizo un poco penoso que le pidiera su dinero, así que intentó hacer un trato con él y sugirió donar el dinero del café a una caridad, pero nuestro amigo no lo dejó morir…
Con esta penosa conversación, Lauren se dio cuenta que tomó la decisión correcta al no querer quedar con él de nuevo. Tal vez fue lo mejor, a nadie le gusta salir con gente miserable.
Caballeros, el mayor consejo que puedo darles en este caso es que no sean ese tipo; no es el hecho de que le haya pedido el dinero, es el hecho de que lo hizo después de ser rechazado, y eso es verdaderamente vergonzoso, el rechazo es parte de conocer a las personas y bueno, hay que recordar siempre que hay más peces en el bar, y que no está mal recibir un no.