Una influencer brasileña tuvo que ser conducida en una silla de ruedas por un aeropuerto portugués después de comenzar a sentir dolores abdominales. La mujer fue llevada al médico, quien atendió su agonía. Después de la revisión correspondiente, el doctor le dijo que su problema se debía a “unos pedillos”. La mujer tenía atorados gases en el intestino tras contener su liberación por vergüenza a que su novio se enterara de que la princesa no expulsaba perfume de sus entrañas.
La afectada fue Viih Tube, una influencer de 21 años con más de 23.5 millones de seguidores en Instagram. Según relató, estaba en la ciudad de Lisboa, Portugal, en donde asistió al festival de música Rock in Rio Lisboa 2022. Ella se encontraba disfrutando del evento junto a su novio Eliezer cuando comenzó a sentir las patadas airosas en sus intestinos.
Viih Tube, cuyo nombre real es Vitória De Felice Moraes, publicó un video en su historia de Instagram donde relató que tuvo que ser hospitalizada por el dolor que sentía. En el texto que acompañaba al video escribió “De tal madre tal hija y en el aeropuerto empecé a sentir un dolor horrible y hasta me atendieron en silla de ruedas y era gas. Te entiendo, mamá @pocah”.
La creadora de contenido etiquetó en su publicación a Pocah, una cantante brasileña que en marzo de este año reveló que tuvo que ser llevada en la madrugada de urgencia al hospital por un fuerte dolor abdominal. Pocah, quien vivía con su novio, no había tomado la confianza que el tiempo da a las parejas y decidió guardarse sus gases para un momento más privado. Pero ese fue el error que casi le cuesta una tripa.
Chicas, no se avergüencen de tirarse un gas frente a su chico, porque lo que es realmente vergonzoso es no impedir que su chico duerma por la incomodidad, sino ir al hospital con su chico y que el diagnóstico sea ‘gases atrapados’. De ahora en adelante, los dejaré rasgar, muchachos.
—Pocah
Ambas chicas entendieron que es mejor perder un amigo que perder una tripa y sugirieron a sus seguidores no avergonzarse de soltar sus gases. Al fin de cuentas, es un proceso natural por el que todos los cuerpos pasan y muy pocas emisiones no presentan olor, por lo que no es extraño que sus flatulencias huelan a caño, generalmente por el azufre.
Los médicos no recomiendan guardarse las flatulencias, ya que algunos de los gases pueden absorberse al torrente sanguíneo o, en su defecto, encontrar otra salida por medio de la boca. Seguramente has estado cerca de personas que tienen un aliento de cloaca, y no es que tengan una mala higiene, pero sí malos procesos digestivos o vergüenza por soplar los gases intestinales.
The Sun compartió en 2020 que el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra estima entre 5 y 15 flatulencias diarias en cada persona, aunque esta cifra depende de cada individuo, su dieta y si tiene alguna enfermedad o problemas asociados, por lo que cada quien sabe si su colon es capaz de soplar un diente de león o inflar un globo.