Los doctores no tienen la “obligación de acabar con la enfermedad y de garantizar la salud” porque esas son metas subjetivas en el mejor de los casos. La verdadera tarea que tiene el médico es aumentar el bienestar en la vida de la gente, con el compromiso fundamental del médico, o sea, “no causar daño”, máxima que debe ser defendida a capa y espada por cualquier profesional de la salud que se enorgullezca de serlo. Tristemente, no siempre es así.
En 2018, una mujer fue negligentemente diagnosticada por el sistema del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y como consecuencia terminó con la extracción de su útero, un ovario y con la amputación de ambas piernas. Ahora la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exige que se repare el daño en medida de lo posible.
Cómo comenzó
En septiembre de 2018, la mujer afectada, entonces de 27 años, acudió a la unidad de medicina familiar del hospital No. 1 del IMSS en Querétaro al menos tres veces por dolor abdominal. Se le diagnosticó infección del tracto urinario y colitis sin previos estudios de rigor para confirmar las sospechas del personal médico.
Posteriormente, conforme su situación se volvía más insoportable, la paciente tuvo que ir al área de ginecoobstetricia del hospital para que un dispositivo anticonceptivo en posición anómala le fuera retirado. Después de tres días, la mujer volvió a la unidad de medicina familiar por el persistente dolor y, de nuevo, se le diagnosticó dolor agudo en espalda baja, sin hacerle estudios de ningún tipo.
La situación empeoró catastróficamente
Conforme su condición se deterioraba, a raíz del inadecuado tratamiento recibido, la situación de la paciente se volvía más desesperada y su evidente malestar desembocó en su transferencia del ala de emergencias del hospital a la unidad de cuidados intensivos por pérdida severa de sangre, gastroenteritis infecciosa y deshidratación extrema. Se encontró intubada, con ventilación artificial y con transfusiones sanguíneas.
A pesar de todos los cuidados que recibió a partir de ese momento, sufrió un paro cardíaco que requirió que la resucitarán por espacio de media hora. Tan grave era su situación a esas alturas que tanto su útero como un ovario tuvieron que serle removidos, pero como no mejoraba, también tuvieron que amputarle ambas piernas para salvarle la vida.
Graves consecuencias
Con su vida cambiada de un modo horroroso, la víctima de esta terrible secuencia de desastres terminó marcada física y mentalmente de por vida. Así como el periodista Emilio Morenatti declaró en su momento durante una entrevista en 2021, “la discapacidad que proviene de la pérdida de algún miembro no es solo física, sino también mental”. La víctima del mal manejo médico quedó marcada permanentemente en todo sentido.
La mujer se acercó a la CNDH en 2019 para recibir ayuda y asesoría en la consecución de justicia en su caso y esa aproximación a la organización resultó en una reconstrucción de los hechos y en la construcción de un caso que busca resarcir el daño, en medida de lo posible, y ayudar a la víctima a superar ese terrible trance.
Reparar el daño hecho
Recientemente, la CNDH ha presentado a Zoé Robledo Aburto las exigencias a favor de la mujer, víctima de malos manejos de la atención médica en el IMSS, y se ha pedido justicia en su caso. Aunque los daños a su vida personal y la situación de horror y de terrible afectación que ha sufrido su familia son irreparables, no por ello deben olvidarse ni soslayarse las responsabilidades de los involucrados.
La comisión ha señalado que existen suficientes evidencias de los hechos para demostrar que la mujer no recibió los cuidados adecuados ni oportunos y que, aunque la amputación de sus piernas fue para salvarle la vida, su condición llegó a ese punto por negligencias anteriores. Además, recomienda una compensación financiera, cuidados psiquiátricos y psicológicos, así como servicios médicos de por vida a la víctima por su incapacidad permanente. Por su parte, las autoridades contestaron en una carta que analizarían la recomendación (118/2022) y que están dispuestas a cooperar.