Eso de “lo tuyo es mío y lo mío es tuyo” parece que no siempre aplica en una pareja, sobre todo cuando se trata de compartir una buena cantidad de dinero, pues ahí cambian las cosas y algunas personas deciden que se quieren quedar con todo.
Una pareja en Reino Unido se ganó la lotería y aunque al principio, todo iba bien para los dos, parece que la avaricia se apoderó de la mujer, quien hizo lo necesario para abandonar a su novio y quedarse con todo el premio.
Laura Hoyle y Kirk Stevens se ganaron el gran premio, que consiste en recibir cerca de 12 000 dólares mensuales durante 30 años, lo que, por supuesto, garantiza que vivan tranquilamente y si así lo deciden, incluso sin necesidad de trabajar.
En un primer momento, todo era felicidad. La pareja aparecía en noticieros por todas partes y se veía muy contenta porque de inmediato se compró una casa enorme y un auto último modelo. Sin embargo, esa alegría no le duró mucho tiempo.
Kirk ingresó a estudiar una maestría en Ingeniería Mecánica porque ahora tendría los recursos económicos necesarios para dedicarse a sus estudios sin preocuparse del trabajo y sus ingresos. Todo parecía haber llegado a un estado de pura alegría, pero no era así.
Después de unos meses de haber ganado el premio, Laura decidió que era momento de separarse, lo que es normal en una pareja cuando sienten que el amor ya se agotó, pero lo que llamó la atención fue que decidió quedarse con todo lo que ya habían comprado hasta el momento y con el monto mensual del premio.
A pesar de que en las fotografías aparecían siempre juntos, incluso en el enorme cheque del premio se alcanza a leer los nombres de ambos, la realidad es que, legalmente, Laura es la beneficiaria del premio y por eso no hubo problema en dejar a Kirk sin nada.
Laura me había dicho que nos daríamos ‘la buena vida’ si ganábamos, pero ahora se fue y se llevó absolutamente todo. Incluso quiere a nuestros dos perros.
-Kirk
Este hombre se quedó sin casa nueva ni auto de lujo y con una enorme deuda porque tendrá que pagar los gastos de la maestría y conseguirse un nuevo empleo, ya que Laura se quiere quedar hasta con los perros.
Kirk dijo que Laura compró los boletos de la lotería con dinero de ella. Sin embargo, habían hecho un acuerdo de que si ganaban, lo iban a compartir porque él pagaba los demás gastos de la casa, pero de pronto todo cambió y ella decidió que lo quería todo para sí misma. Ni hablar.