La muerte de la estrella del baloncesto Kobe Bryant, a raíz del accidente de helicóptero ocurrido el 26 de enero de 2020, fue un evento que conmocionó no solo a sus fans, sino a todo el mundo, pues en la tragedia murieron nueve personas en total (todos los que se encontraban a bordo). Además del célebre jugador de 41 años, entre las víctimas se incluyen tres niñas de 13 años, una de ellas, la hija del astro del deporte, Gianna Maria. Sin embargo, ese solo era el principio de la pesadilla para sus familiares.
Luego del terrible accidente y ya en marcha las investigaciones, fotos del incidente fueron filtradas a los medios y a terceros. Las familias de las víctimas demandaron a quienes difundieron las fotografías, obteniendo 2.5 millones de dólares en compensación. Por su parte, Vanessa Bryant, esposa del basquetbolista, demandó por 16 millones de dólares al condado de Los Ángeles, que permitió la propagación de las fotos del siniestro, y ganó.
Dañando su privacidad
La demanda legal iniciada por Vanessa Bryant aducía que el Departamento del Sheriff de Los Ángeles tomó fotos macabras del sitio del accidente, incluyendo varias de los cuerpos de las víctimas y que temía que se hicieran públicas y llegaran a sus tres hijas sobrevivientes.
La demanda tenía como sostén que las fotografías habían sido tomadas de un modo ilegal y que eran una invasión a la privacidad de la familia Bryant, lo que es particularmente grave en un momento tan delicado como ese. Las familias del resto de las víctimas llevaron a cabo una demanda similar por su cuenta.
Una escena dantesca
Durante las declaraciones acerca del sitio del choque del helicóptero, los oficiales de Los Ángeles que habían estado entre los primeros en acudir al sitio del accidente describieron una escena que bien pudo haber sido sacada del infierno.
Cuerpos cercenados e irreconocibles, esparcidos en espacio de varios metros, contorsionados de formas grotescas, así como “pedazos de carne esparcidos por doquier”. Todo fue capturado en fotos ilegales.
Cientos de fotos
David Katz, comisario de Reserva en el Departamento del Sheriff de Los Ángeles, parte del equipo de búsqueda y rescate que acudió a la escena del accidente, dice haber recibido instrucciones por radio de su supervisor, quien le ordenaba no tomar ninguna foto conforme llegaba a la escena.
Cuando Katz llegó, a los pocos minutos de la llamada, el comisario Douglas le dijo que ya había tomado “más de cien fotos” de los restos, a lo que Katz contestó con las órdenes que había recibido de no tomar ninguna, pero de acuerdo al segundo oficial, “alguien le había dicho que las tomara”. Fotos tomadas por él y otros miembros del cuerpo de rescate (bomberos y comisarios) fueron compartidas con decenas de personas que nada tenían que ver con el operativo.
Actitud nada profesional
En su demanda contra quienes tomaron las fotos, el abogado de Vanessa Bryant, Luis Li, tachó de chismorreo visual la actitud nada profesional de los rescatistas:
Los compartieron mientras jugaban videojuegos, mientras tenían reuniones sociales, todo para entretenerse y pasar un rato riéndose.
El abogado narró cómo bomberos se divertían con las fotos en una entrega de premios, dos semanas después del siniestro, y las compartieron con unas 30 personas que no tenían vela en el entierro. Mientras tanto, un comisario fuera de servicio se reía junto a su bar tender mientras bebía y le mostraba las fotos del accidente guardadas en su teléfono.
Queremos recordarlos como eran
Durante el juicio de demanda por las fotos, Vanessa Bryant dijo que vivía con el temor constante de que las fotos reaparecieran y volvieran a encender el terrible dolor y trauma que le provocó la pérdida de su hija y marido. Además, está aterrada por la posibilidad de que sus hijas sobrevivientes llegaran a tener acceso a las horrendas fotografías.
Queremos recordarlos como eran y no por el accidente. Jamás quiero volver a ver esas fotografías. Confié en que los rescatistas no hicieran algo como esto. Los que tomaron las fotos se “aprovecharon de que Kobe no podía defender ni a su hija ni a sí mismo.
El accidente
El accidente aéreo del Sikorsky S-76 de 2020 tuvo nueve víctimas registradas, que incluyen a ocho pasajeros y al piloto, Ara Zobayan. El helicóptero se estrelló en Calabasas, California, a eso de las 9:47 a.m. del 26 de enero de 2020. Todos murieron inmediatamente.
A pesar de que no hay causa clara para el acaecimiento del siniestro, la teoría más aceptada es aquella de que el piloto tuvo dificultades para maniobrar por las condiciones de densa niebla y que la aeronave no estaba equipada para compensar dichos problemas.
Nueve víctimas
Las nueve personas que perdieron la vida durante el siniestro fueron John Altobelli, de 56 años; Ara Zobayan, de 50 años; Keri Altobelli, de 46 años; Sarah Chester, de 45 años; Kobe Bryant, de 41 años; Christina Mauser, de 38 años, y las niñas de 13 años, Gianna Bryant, Payton Chester y Alyssa Altobelli.
Aparentemente, el motivo del viaje era la asistencia a un partido de campeonato en el que participaba Gianna. El viaje tenía como objetivo ahorrarse una hora y media de camino en carretera. En el sitio del accidente se erigió una estatua en bronce de Kobe y Gianna, quienes aparentemente patrocinaron el fatal viaje. El monumento incluyó el nombre de las demás víctimas.