En la literatura podemos encontrar cosas escabrosas y terribles que no necesariamente reflejan la realidad de quien las escribe, aunque existen casos en los que ambos mundos confluyen, como parece sucede en la vida de Nancy Crampton-Brophy.
Esta mujer de 68 años es una escritora de suspenso, romance y asesinatos, a quien le agrada, en sus textos, “matar a los maridos” que aparecen en sus historias, las cuales giran en torno a este tema.
El 4 de noviembre de 2011 compartió un texto en su blog, titulado “Cómo matar a tu marido”, lo que llamó la atención, pues hacía un recorrido sobre diversos métodos para asesinar a la pareja: desde el uso de cuchillo, pistola, hasta el aplicar veneno para matarlo lentamente.
En la ficción, esto puede resultar interesante, pero al parecer esto era una preparación para definir el método con que ella asesinaría a su esposo en la vida real, el chef Daniel Brophy, de 63 años, o al menos, eso es lo que cree la policía.
Cuando los alumnos del Instituto Culinario de Oregon, en Estados Unidos, llegaron a sus clases por la mañana del 2 de junio, encontraron al chef, quien era un querido maestro de este lugar, con heridas de bala y entre un enorme charco de sangre.
En vano trataron de salvar su vida, pero ya era demasiado tarde. En la novela El policía equivocado, de esta autora, la protagonista pasa todo el tiempo fantaseando con la muerte de su marido, y esta es una historia recurrente en sus escritos, aunque, claro, eso no es elemento suficiente para que ella sea culpable de la muerte de Daniel.
A la comunidad de Portland y a las autoridades les resultó muy raro este crimen, pues el chef era muy querido y no se sabía de enemigos o de algo que hiciera sospechar del asesinado; además era conocido por su humor negro, el cual compartía con Nancy.
Sus alumnos recuerdan que tenía mucho ingenio para crear frases, que incluso ya eran conocidas como Brophysmos, y entre ellos estaba: “Todos los hongos se pueden comer, al menos una vez” o “Puedes curar fácilmente a un pollo enfermo, usando una pala”.
En un primer momento, Nancy compartió en redes sociales:
A mis amigos de Facebook y familia, tengo una noticia triste que contar. Mi marido y mejor amigo, el chef Dan Brophy, fue asesinado ayer por la mañana. Para aquellos de ustedes que están más cerca de mí y que sienten que esto merece una llamada telefónica, tienen razón, pero estoy esforzándome por encontrar un sentido a todo ahora mismo. Hay una ceremonia con velas en el Instituto Culinario de Oregon, mañana lunes a las siete de la tarde. Aunque agradezco todas sus cariñosas respuestas, estoy sobrepasada. Por favor, ahórrense las llamadas telefónicas durante unos días hasta que yo empiece a funcionar.
La pareja tenía 27 años de casados, “con más buenas que malas”, dijo en alguna ocasión la escritora, quien también manifestó, cuando le preguntaron en una entrevista en 2012 sobre su afición a los asesinatos violentos de maridos en sus textos:
El asesinato, el caos, la sangre parecen brotar naturalmente de mí, lo que significa que mi marido ha aprendido a dormir con un ojo abierto.
Luego de varios meses de investigación, la Policía de Portland arrestó a Nancy, al considerarla la principal sospechosa en el caso, y se encuentra en prisión sin posibilidad de salir bajo fianza, esto, ya que los vecinos y amigos notaron que no era compatible su reacción tan serena con los hechos que acababan de ocurrir.
Además, no solo hablaba de historias de ficción, sino que en comentarios, entrevistas y entradas de su blog, se refería específicamente a su marido y a su relación, como en este comentario:
Mi esposo y yo estamos en nuestro segundo (y último, ¡créanme!) matrimonio. Juramos… que no terminaría en divorcio. Pero, debo resaltar, que no descartamos el tiroteo desde un vehículo en movimiento ni un accidente sospechoso.
Tal parece que sus propias letras son las que la han atrapado, y veremos si puede salir bien librada de esto, como ha sido siempre el objetivo de las protagonistas en sus novelas: matar sin dejar rastro para poder liberarse del marido…