Faith Bistline, una enfermera de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, planeaba celebrar su cumpleaños número 30 en Costa Rica. Sin embargo, todo cambió cuando recibió un mensaje en su Facebook que decía “¿Él es tu novio?”. Una sola pregunta cambió el destino de una relación, pero dio inicio a una feliz amistad.
Faith estaba atónita cuando recibió el mensaje, pues en él le insinuaron la supuesta infidelidad de su novio. “¿Él es tu novio? Porque ha estado saliendo con mi amiga durante los últimos 10 meses”. La chica tomó una captura de pantalla y se la envió a su novio, pero él nunca le respondió.
Poco después, otra chica, Emily Ortiz, de 22 años, se presentó y le dijo que había salido con el mismo chico desde hace casi un año y creía que eran exclusivos. Faith le dijo que no sabía de su existencia, pero le estaba tratando de dar una oportunidad para que le explique, pero el novio de 33 años nunca dio una respuesta.
Las mujeres continuaron intercambiando mensajes para asegurarse de que era el mismo hombre del que estaban hablando, compararon su bata y hasta el color del cepillo de dientes. Se dieron cuenta de que los cambiaba cada vez que una de ellas iba de visita.
Con el corazón roto, Faith no quería saber nada del hombre que las había engañado, así que invitó a Emily a su viaje a Costa Rica. La otra chica pensó que ella estaba loca y sus padres pensaron que podría ser peligroso salir del país con una persona desconocida, pero ambas estaban de acuerdo en que necesitaban unas vacaciones después de lo que pasaron.
Pasaron cuatro días explorando la jungla, las cascadas y superando la traición de quien las había engañado. Al hablar de sus relaciones, ambas expresaron que se enamoraron de las mismas cosas de él. Además, dijeron que extrañarían acurrucarse con los gatos, pero que definitivamente no extrañarían a sus amigos, pues suponían que estaban enterados de la doble relación.
Después de las confrontaciones y de explicaciones sin razón, las mujeres se dieron cuenta de que siempre estuvo jugando con ambas. En San Valentín, Emily había recorrido la ciudad recolectando una canasta para el regalo de su novio, quien después se lo dio a Faith.
Por si fuera poco, Emily se dedica al sector salud, es asistente médico en la misma clínica en donde su novio se desempeñaba como médico y cumplía con su residencia. Después de su viaje, las chicas fortalecieron su amistad y siguen juntas. Además de una nueva amiga, las dos aprendieron una lección: escuchar a la intuición.