Este es un tema muy polémico, que se generó con mayor fuerza desde que se cuestionó si una mujer transgénero podía o no participar en un concurso de belleza, pero ahora alcanzó también al deporte, con el caso de Rachel McKinnon.
Pero primero aclaremos algo: una mujer transgénero es aquella persona de sexo masculino por nacimiento, pero que percibe su identidad de género como del sexo femenino, es decir, se considera una mujer. Cuando se someten a modificaciones físicas, ya sean hormonales o quirúrgicas, se les llama transexuales.
Rachel es doctora en filosofía y se convirtió en la primera campeona transgénero del mundo, representando a Canadá en la competencia para mujeres de 35 a 44 años, en lo que ha sido una carrera muy exitosa, al coronarse en dos ocasiones como ganadora de un campeonato mundial y ha batido dos veces el récord.
Recientemente ganó el Masters Track celebrado en Manchester, Inglaterra, en la categoría de mujeres de 35 a 39 años (ella tiene 37) y además impuso un nuevo récord mundial.
En 2012 realizó su transición a ser una mujer transgénero y desde entonces ha participado en competencias, lo que le ha traído infinidad de críticas, no solo de grupos conservadores, sino también de varias deportistas, ya que consideran que tiene ventaja sobre las demás competidoras.
Su estatura de 1.82 metros le permite también tener mayor masa muscular, lo que le da resistencia y fuerza, y eso es lo que otras competidoras consideran como una ventaja que es injusta. Victoria Hood, una de las mejores ciclistas británicas señaló:
Ahí está la ciencia. La ciencia es clara y nos dice que las mujeres trans tienen una ventaja. Es un derecho humano participar en el deporte. No creo que sea un derecho humano que se le identifique en cualquier categoría que elija.
Desde que ganó su primer campeonato, Rachel ha tratado de explicar que no tiene ninguna ventaja sobre las demás mujeres, diciendo que en muchas competencias ha perdido y quedado hasta en el octavo lugar, y destacó:
Es evidente que no tengo ninguna ventaja. Si pierdo, se piensa que no podría ser buena de ninguna manera; si gano, nadie lo atribuye a que he trabajado duro, que creo que es lo que merecería.
Martina Navratilova, una de las tenistas más destacadas de la historia, también se unió a las críticas y comentó que la participación de mujeres transgénero en competencias con mujeres que biológicamente nacieron como tales, “es una locura” y además es “hacer trampa”.
Además expresó:
McKinnon ha defendido enérgicamente su derecho a competir, señalando que, cuando se realizó las pruebas, sus niveles de testosterona, la hormona masculina, estaban dentro de los límites establecidos por el organismo rector del ciclismo mundial. Sin embargo, con más de 1.82 metros de altura y más de 88 kilos de peso, parece tener una ventaja sustancial en su masa corporal sobre sus rivales.
Con la obtención de un nuevo récord del mundo, las críticas se volvieron a desatar, a pesar de que de acuerdo a los reglamentos vigentes, desde 2004 se permite la participación de mujeres transexuales como competidoras, siempre y cuando demostraran que se habían realizado una cirugía de reasignación de sexo, o que estaban en tratamiento hormonal, al menos de dos años.
Para 2015 las reglas cambiaron y ya no era necesario tener alguno de esos tratamientos, sino simplemente tener un nivel de testosterona menor a 10 nmol/L, durante al menos un año previo a la competencia.
Recientemente la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo anunció que es suficiente con tener un nivel menor a los 5 nmol/L, por lo que la participación de Rachel y su récord de 11.649 segundos en la prueba de 200 metros para mujeres de 35 a 39 años, es válida.
A través de su trabajo como profesora en la Universidad de Charleston, en Carolina del Sur, Estados Unidos, donde imparte clases de filosofía y ética, lleva años tratando este tipo de temas con generaciones de alumnos, para defender los derechos de las personas transgénero.
Como se dijo desde el inicio, es un tema polémico, porque por un lado continúan los señalamientos de personas y otros atletas, pero también la batalla de Rachel por su derecho a competir, y a través de sus redes sociales también hace algunas declaraciones:
Mucha gente exige apoyo para las mujeres trans. Pero a menudo solo nos apoyan hasta que nuestras vidas los impactan de una manera significativa. En mi caso, la gente literalmente dice que apoyan a las mujeres trans… pero no en los deportes. No puede haber un ‘pero’.
Somos mujeres plenas e iguales, o no.
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