No todas las abuelas son delicadas mujeres de cabello blanco que tejen largas bufandas y preparan galletas; la abuela Brenda se une a las fiestas de su nieto de 23 años.
Ryan White, de 23 años, suele visitar el pueblo de Dover en Reino Unido con un grupo de amigos. Pero antes de salir a disfrutar la vida nocturna es necesario pasar a ver a la abuela, Brenda Willis.
Pero la visita no incluye tazas de chocolate, galletas y besos en la frente. Brenda recibe a su nieto y compañía con una buena ronda de bebidas para alistarse a salir con ellos a los pubs de Dover.
La abuela Brenda, de 80 años, vive en una casa de retiro en Dover. Cuando se mudó, solamente era visitada por Ryan y su hermano. Pero poco a poco la visita a la abuela se convirtió en un festejo en el que cada año Ryan es acompañado por hasta 15 de sus mejores amigos.
Al llegar a la casa de Brenda, ella les da la bienvenida con cervezas, sidra y cigarrillos. La abuela ya conoce a todos los amigos de Ryan y a todos les llama por sus apodos y hasta prepara bolsas de dormir para que los que no aguanten la fiesta.
Ryan dice que su abuela lo ha acompañado desde que él comenzó a beber a los 18 años. Organizaban juegos para beber y la abuela no se quedaba atrás.
¡Brenda Willis que ha encontrado la fuente de la eterna juventud: seguir bebiendo con su nieto! ¡Salud por las rudas abuelas!