Aunque te parezca difícil de creer, Xiao Yun, una chica de 24 años que desapareció en 2005 -¡hace 10 años!-, fue recientemente vista (y encontrada) en un café internet, donde había permanecido por 10 largos años jugando videojuegos.
La joven se la pasó jugando en línea CrossFire, y sobrevivía gracias a trabajos ocasionales que encontraba en los mismos cibercafés.
Sucede que hace una década ya, una adolescente de 14 años llamada Xiao Yun desapareció de su casa en la provincia de Zhejiang. Sus padres denunciaron su ausencia, pero Xiao Yun nunca volvió a dar señales de vida hasta ahora.
Sin embargo, esta joven de ahora 24 años fue detenida este mes por la Policía de la provincia de Zhejiang durante una revisión rutinaria.
Xiao Yun fue llevada a una comisaría, donde se reveló que llevaba documentación falsa. Y por lo tanto se trataba de la desaparecida, que había estado viviendo en cibercafés durante la última década.
Según ha explicado la propia Xiao Yun, ella huyó de casa tras una discusión con sus padres; y ya que era una aficionada al videojuego online CrossFire, la joven se había dedicado desde entonces a jugar en diferentes cibercafés.
De noche aprovechaba algunos establecimientos que no cerraban para dormir, o acudía a casas de baños y albergues.
Ocasionalmente, Xiao Yun trabajaba de cajera en algunos de los locales para obtener fondos con los que compraba comida y seguía financiando sus juegos. Sólo en la provincia de Wuhan hay unos 2.000 cibercafés, y pasar la noche jugando en uno de ellos apenas cuesta unos céntimos de euro.
Xiao Yin fue multada con mil yuanes (unos 147 euros) por resistencia a la autoridad y será entregada a sus padres.
En cuanto su madre se enteró de esto, explicó en una entrevista al Qianjiang Evening News que la joven era muy impaciente y tozuda, motivo por el que discutían a diario.
Los cafés con conexión a Internet son una fuente continua de sucesos en estos países. En Taiwán, un joven murió a principios de este año en un cibercafé tras pasar tres días jugando sin parar. En China, una joven dio a luz en el interior del cubículo de uno de estos establecimientos.
En Japón la situación es incluso peor. Un informe del Ministerio de Trabajo, Salud y Bienestar recogido por Bloomberg señala que en 2007 dormían en cibercafés un total de 60.900 personas, de las que alrededor de 5.600 eran residentes permanentes.