El 25 de septiembre del año pasado, la oficina de Control de Animales recogió y mandó a un albergue a dos perros llamados Baily y Blaze, luego de que su dueño James Pack, un veterano de guerra de la Marina, no pudiera cuidarlos por haber sufrido un ataque masivo al corazón.
Después de un tiempo su dueño se había recuperado y se sentía mejor, así que quería a sus perros de vuelta más que nada en el mundo. Llamó a los oficiales del albergue una y otra vez pero fue en vano, pues decidieron que no estaba en muy buenas condiciones de salud.
Y aunque las medidas del refugio sólo duran cinco días, los oficiales decidieron quedarse 20 días con los perros, pues luego de recibir la noticia de que su dueño podría morir, tomaron la decisión de esterilizar a Baily y a Blaze y darlos en adopción.
Sin embargo, Melissa Eagle, una trabajadora de la oficina de control de animales, sintió empatía por el veterano y guardó a los perros mientras él se recuperaba.
Así que cuando supo que James estaba mejorando, inspiró a otros para que donaran a fin de pagar los gastos de la adopción de los perros. Eventualmente, un voluntario pagó por todo.
La gente de FSAC PetSmart, donde estaban en resguardo los perros, llamó al dueño para que hiciera cierto papeleo. Sin embargo, el veterano no sabía lo que estaba pasando. ¿El resultado? Se deshizo en llanto cuando le explicaron que le habrían de entregar a sus amadas mascotas, más aún cuando los abrazó de nuevo.
Mira aquí el emotivo video e intenta no llorar…