La verdad es que sí da mucho coraje cuando alguien comete una injusticia, como robarle a alguien en plena vía pública, pero si esa injusticia es combatida con violencia extrema, es imposible no sentir lástima por el infortunado caco que osó hacerse amigo de lo ajeno, como ocurrió con un listillo ladrón que vio su oportunidad, la aprovechó y, acto seguido, terminó siendo perseguido, humillado y apaleado.
En un video que se ha vuelto viral podemos presenciar el momento en que un hombre que viajaba en bicicleta le arrebata lo que parece ser su celular a una joven. Acto seguido, un conductor que presenció el delito volcó su auto sobre el asaltante, que logró salir (increíblemente) con vida del ataque del furioso automovilista. Poco después, el ladrón fue sometido con movimientos que parecen sacados de una película de kung-fu de bajo presupuesto y linchado en la calle.
Ojo por ojo y vida por celular
En el video, aparentemente grabado por una cámara de seguridad, se puede observar cómo una muchacha se encuentra en la banqueta cuando el ladrón le arrebata su celular. Sin embargo, cuando el pillo se aleja con su botín, es interceptado por un auto que se abalanza sobre él, pero bien dicen que mala yerba nunca muere y después de ese mortal asalto, el hombre sale corriendo de debajo del carro. Por su parte, la mujer y el violento conductor siguieron su persecución del ratero a pie.
Desde la toma de otra cámara podemos ver cómo el ladronzuelo va cojeando cuando un hombre se abalanza sobre él con una patada voladora que lo proyecta hacia el arrollo, donde cae enfrente de un par de bicicletas que pasaban por ahí, una de las cuales lo arrolla. Con ese nuevo impacto, el maltrecho pillo golpea el costado de un automóvil gris que se encuentra detenido en la vía y luego media docena de transeúntes rodean al malhechor y algunos de ellos lo patean con lujo de violencia.
“Es un ratero: a lincharlo, a lincharlo”
Aunque desagrada e indigna el modo en que la chica fue privada de su propiedad, no es menos escandaloso y preocupante la forma en que el conductor del auto negro pasó por encima del ladrón, pues arremetió contra él con un arma mortal, lo que podría considerarse como un intento de homicidio. En esta ocasión, aparentemente, la justicia fue algo secundario y la indignación, junto con cierta locura nacida de la mentalidad del grupo, triunfó sobre las cabezas frías y el ladronzuelo pagó con su cuerpo la ofensa cometida.
No queda claro cuáles fueron las consecuencias legales de la situación, es decir, si el ladrón fue consignado ante las autoridades o si los agresores del raterillo fueron acusados por este de agresión e intento de homicidio, para lo que hubiera estado en todo su derecho, pues en ningún momento les regresó la agresión y la violencia física fue unilateral.
Las redes sociales quieren sangre
Los usuarios en las redes sociales dieron una aprobación unánime a la paliza que le propinaron al pillo, pues muchos aplaudieron con vehemencia la violencia con que se encontró el hurto. Mientras que para algunos, el cruel castigo resultó poco, evidenciando que en las redes y con el anonimato, la sed de sangre se intensifica, tal vez porque las emociones están a flor de piel y no se teme la desaprobación del público. De este modo, casi todos los comentarios fueron burlones y bastante desalmados:
‘Para no ser temporada decembrina, estuvo excelente cómo lo agarraron de piñata’; ‘En estos casos es cuando agradeces que la policía se tarde en llegar’; ‘Qué hermoso final, esto me motiva a empezar el día’; ‘Cómo me gustan esta clase de finales’; ‘Adoro los finales felices’; ‘El ladrón solo necesitaba terapia de grupo’; ‘Todos solidarios’; ‘Lo celebro’; ‘Ahora sin bici, sin cel y aporreado, vaya que la gente le busca males al cuerpo’.