La primera empresa de hipercoches de Estados Unidos se ha llevado el récor mundial del vehículo de producción más rápido. Dicha máquina es el Tuatara de SSC North America, que alcanzó una velocidad promedio de 508.72 km/h durante dos pruebas hechas cerca de Las Vegas el pasado 10 de octubre.
El auto fue conducido por el piloto de carreras británico Oliver Webb, quien alcanzó una velocidad máxima de 532.93 km/h durante su segunda carrera en el camino a romper el récord.
Con esta increíble hazaña, el SSC Tuatara le ha arrebatado el título al Bugatti Chiron, que batió el récord en 2019 con una velocidad máxima de 490.47 km/h durante una carrera en Ehra-Lessien, Alemania.
Justo SSC diseñó el Tuatara con el Chiron en la mira, pues es un auto potente que cuenta con 1,750 caballos de fuerza, asó como una forma aerodinámica y un coeficiente de resistencia más bajo que el Chiron.
Jerod Shelby, cofundador de SSC, dijo que su objetivo era romper el récord y poner la vara alta: “Mi objetivo siempre fue batir este récord en una cantidad tan sustancial que tal vez se mantenga por un tiempo. Sentí que eso es lo que hizo McLaren a finales de los noventa, y mantuvieron ese récord durante mucho tiempo porque simplemente rompieron el récord. Ese era mi sueño en un mundo perfecto”.
Además del récord de vehículos de producción, el Tuatara también estableció nuevos puntos de referencia para la velocidad más alta alcanzada en una vía pública y, según el conductor, el automóvil aún tenía más que dar antes de llegar a su límite:
“Con mejores condiciones, sé que podríamos haber ido más rápido. A medida que me acercaba a los 532 km/h, el Tuatara subió casi 32 km/h en los últimos cinco segundos. Todavía estaba tirando bien. Como le dije a Jerod, el coche todavía no se estaba quedando sin combustible. Los vientos cruzados son todo lo que nos ha impedido darnos cuenta del límite del coche”.
SSC planea lanzar un documental sobre la hazaña a finales de este año, por lo que hay que esperar un poco más hasta que podamos ver el Tuatara en todo su esplendor. Sin embargo, está bien, este récord probablemente no desaparecerá pronto.