Si el mundo no tenía suficiente con un Vladimir Putin, ahora tiene uno de repuesto. Pero este otro Vladimir Putin no es presidente, ni ex agente espía, sino que ayuda a diario a otros conciudadanos en Crimea.
Su nombre de pila no es ese, sino que decidió ponerse el mismo nombre que su presidente como un acto de reconocimiento y homenaje al Vladimir Putin original. El residente de la península de Crimea se cambió de nombre a partir de la anexión de esta, a Rusia en 2014.
“¿Por qué escogí el apellido de Putin? No para aprovecharme, sino en reconocimiento de sus fundamentos morales: el honor militar, la inmutabilidad de la verdad y la imposibilidad de perdonar a los traidores”.
El hombre de 50 años de edad asegura que el dinero no compra sus ideales, pues según él, alguien le ofreció un iPhone 7 a cambio de quitarse el apellido Putin; y además, su nombre ya está en su pasaporte.
“No entienden que los fundamentos no se venden ni por cualquier dinero”, dijo al respecto.
Su nuevo apellido le ayuda a combatir las injusticias en su trabajo diario y que es un honor y una gran responsabilidad. El Putin de Crimea lleva a cabo tareas de asistencia social y ayuda en asuntos jurídicos.