La graduación es uno de los momentos más importantes para los estudiantes, pues ahí culmina el esfuerzo que durante años han invertido para superar un nivel escolar o hacerse de un título profesional. Esta es una actividad en donde no solo se involucra al graduado, sino a los padres, que de alguna manera están presentes para que esta meta sea alcanzada. Lo que se entrega podrá ser únicamente papel, pero representa más que solo años de estudio.
Para Jeric R. Rivas, a pesar de que su graduación estuvo llena de globos y celebración por parte de su generación, él se sentía vacío y triste. A diferencia de sus compañeros de curso, él no estaba acompañado de su familia. El día de su recibimiento como licenciado en Ciencias de la Criminología, en La Concepción College, en San José del Monte, Filipinas, sus padres no se presentaron. Jeric estuvo sin compañía durante el evento y subió solitario a recibir su título. Sin duda, un momento que marcó su vida.
En abril de 2019, Jeric compartió su historia en redes sociales y pronto se volvió viral. En la publicación de su cuenta de Facebook (actualmente no disponible), el joven contó por todo lo que pasó el día de su graduación sin sus padres, así como el apoyo que tuvo de sus compañeros y maestros. Además, se adentró a su pasado para recordar otros momentos en que sus padres no habían estado junto a él.
Jeric es originario de la Isla de Sibuyan, Romblon, Filipinas. Desde niño demostró un gran gusto por la escuela y aprender. En sexto grado de primaria, según contó en su publicación, le dieron una medalla por su aprovechamiento escolar. Sin embargo, ninguno de sus familiares estuvo ahí para apoyarlo y celebrar su logro. De acuerdo a Absolutely Connected, el chico dijo que en ese momento subió a recibir su reconocimiento, pero no se llevó la medalla que lo acompañaba.
Estaba en la escuela primaria cuando obtuve el gran honor. Era el sexto honor entonces, pero por una coincidencia, ningún pariente o padre se me acercó al escenario para colgarme una medalla. (…) Simplemente subí y ni siquiera me llevé la medalla.
Más tarde, en la secundaria, sus notas lo llevaron a estar en el cuadro de honor y, de nuevo, a ser acreedor a un reconocimiento escolar. Pero como sus padres no estaban con él, tuvo que pedirle a los papás de uno de sus compañeros que lo acompañaran a recibir dicho reconocimiento.
El momento de la universidad
La situación económica fue un factor del que Jeric dependía para continuar con sus estudios. Sus padres no se interesaron mucho en su educación, pero él tenía la meta de superarse académicamente. Por ello dejó su pueblo y decidió ir a la ciudad para conseguir un empleo y poder pagar los créditos universitarios que necesitaría para estudiar.
El joven entró en La Concepción College, en San José del Monte, Filipinas, de donde se matriculó en la licenciatura en Ciencias de la Criminología. Según Newsner, durante su periodo escolar estuvo trabajando como conserje, asistente escolar en la facultad, en una fábrica y en una cadena de comida rápida, todo con el propósito de salir adelante.
Después de años de esfuerzo, el día de su ceremonia de graduación llegó. Esperó varios minutos a que sus familiares llegaran a acompañarlo, pero estos jamás se presentaron. Cuando lo nombraron para recoger su título, Jeric subió solo al escenario, agradeció a sus profesores y recogió el reconocimiento de su esfuerzo. Sin embargo, se sentía destrozado.
De acuerdo a Uplifting Today, sus docentes entendieron la situación y decidieron no dejarlo solo. Subieron al escenario, lo abrazaron y se tomaron una foto del recuerdo con él. Para Jeric, ellos y sus compañeros se habían convertido en su familia. A pesar de ello, no pudo dejar de sentirse afectado por la situación y en algunas fotos se le ve sentado en el piso llorando por lo sucedido.
Miré al frente, atrás, a la izquierda, a la derecha, atreviéndome a vislumbrar, pero no, esperé unos minutos más, hasta que pasó el tiempo, todos nos levantamos y llamaron uno por uno. (…) Simplemente sentí que mis lágrimas goteaban, simplemente me senté a un lado. Me sentí celoso.
Jeric se mantuvo fuerte, pues no solo era un día importante para él, también para muchas personas que estaban en el lugar. Los compañeros se sentían orgullosos de él y les agradezco su apoyo. En su publicación en Facebook, el joven firmó el mensaje como licenciado y cerró con las palabras “orgulloso estudiante trabajador”.
Su vida después de la graduación
Jeric dijo en su publicación lo difícil que fue encontrar trabajo después de recibirse y que se sintió “como cuando era pequeño” y nadie lo quería. Sin embargo, comenzó a buscar trabajos internacionales y salió de la casa de sus padres.
De la misma manera, no pudo evitar que su historia se hiciera viral y, desde entonces, retomó popularidad en fechas cercanas a graduaciones escolares en el mundo, traduciéndose a varios idiomas y sirvieron como un ejemplo de perseverancia por alcanzar los sueños a pesar de que los obstáculos se puedan encontrar en el propio hogar.
Jeric nunca dijo por qué sus padres no estuvieron con él, pero algunos medios especularon que probablemente se debía a que ellos no se escolarizaron y no consideraban el estudio como una prioridad. Eso no quiere decir que haya estado solo, pues también se le vio celebrar con otros familiares en una fiesta conjunta de cumpleaños y graduación. Además, ha demostrado tener una buena relación con sus abuelos.
En ese momento, Jeric veía como siguiente paso convertirse en un abogado o sumarse a las fuerzas policiales, además de ser una inspiración, y estamos seguros de que lo ha logrado, ya que después de años, su historia sigue volviéndose popular en las redes y recordando el valor de la familia, el estudio y la perseverancia.