En una encuesta sobre la forma de modernizar a Santa Claus, las personas opinaron que debería ser mujer o al menos tener un género neutral. Es navidad para los millennials.
Las cuestiones de género se están saliendo de control. En el mundo existen grupos de personas que están luchando para eliminar ciertos estereotipos que les parecen ofensivos y en su batalla han logrado que incluso personajes ficticios cambiaran de género, como Shaun de los Caballeros del Zodiaco.
Pero esta vez el sujeto en cuestión es ese personaje rechoncho y dadivoso que alegra las temporadas navideñas, Santa Claus. Al parecer, la gente se comenzó a preguntar por qué una de las máximas figuras festivas de diciembre tiene que ser necesariamente hombre.
El debate subió de intensidad cuando el Concejal británico Arun Chandran puso los puntos sobre las ies e hizo la observación de que este personaje es conocido también como el PADRE de la Navidad, lo cual lleva implícito que es un hombre y que no sería prudente cambiar su género, a pesar de que existan protestas al respecto.
Para aclarar la situación, la empresa de mercadotecnia y diseño GraphicSprings acudió directamente con las personas para investigar su parecer en este asunto. Lo que descubrieron fue que en realidad a muchas personas les gustaría que Santa Claus no fuera hombre.
En primer lugar, hicieron una investigación con 400 personas de Estados Unidos y Reino Unido. Les preguntaron si San Nicolás podría modernizarse y cómo lo haría. Después escogieron las respuestas más frecuentes e hicieron otro sondeo, esta vez con 4,000 individuos.
Fue en esa última encuesta donde descubrieron que el 27 por ciento de las personas consideran que Papá Noel podría dejar de ser hombre y convertirse en mujer, o al menos tener un género neutral.
Pero al considerar las consecuencias de este cambio, habría entonces también que preguntarse qué es lo que va a pasar con la Señora Claus. Aunque no es un personaje tan publicitado, sí existen cuentos y hasta películas en las que tiene un rol importante en las fiestas navideñas.
Seguramente después de esto vendrán otras discusiones acerca de que San Nicolás debería liberar a sus renos, en lugar de usarlos para jalar su trineo, y dar un trato igualitario a todos los niños y niñas de su lista, aunque se porten mal. La navidad también está a punto de caer en el discurso de lo políticamente correcto.