Cada vez que piensen que este mundo se está descarrilando y que los criminales se han vuelto más astutos, recuerden a este par de ladrones tontos y respiren aliviados por un momento.
Dicen que la tecnología no es buena ni mala, sino que depende del uso que le demos. Así como un soplete es una estupenda herramienta para soldar, también es un pésimo instrumento para robar. Estos rateros del condado de Okaloosa, en Florida, lo aprendieron por experiencia propia.
Un trabajador de mantenimiento descubrió que este cajero automático tenía marcas de quemaduras, sus bisagras y candados estaban completamente derretidos. Revisó las cámaras de seguridad para saber que le había pasado y se llevó una sorpresa.
Descubrió que en la madrugada, a eso de las 3:15 de la mañana, un par de ladrones habían intentado robar el dinero de la máquina. Pero los muy inteligentes usaron un soplete para abrir el cajero…
Uno de ellos puso la flama del soplete sobre las bisagras y candados de la máquina, mientras el otro que vigilaba que no hubiera moros en la costa sostenía… ¡una palanca! Tal vez no la usaron porque les pareció un método muy primitivo.
Obviamente en lugar de abrir la caja de la máquina, terminaron por cerrarla completamente. Rendidos, y ridículos, abandonaron su intento de robo y se fueron del lugar.
Ahora el departamento de policía de Okaloosa los está buscando. Claro que no los podrían arrestar por robo, sino más bien por daños al cajero automático. Así es como se ganaron un lugar entre los ladrones más tontos.