Al parecer, estamos muy cerca de lo retratado en Mad Max: Fury Road, donde los guerreros (war boys) se conectan directo a las venas de las “bolsas de sangre”… Hace unas semanas, el multimillonario y partidario y amigo de Donald Trump, Peter Thiel, dio a conocer que quería escapar de la muerte lo más que se pudiera.
Para ello, canalizó millones de dólares para trabajar en un elixir antienvejecimiento, y una de las alternativas que más le interesa es usar transfusiones de sangre de gente joven. Esa práctica es conocida como parabiosis. Según Thiel, es potencialmente la fuente de la eterna juventud.
Las investigaciones sobre este método empezaron en 1950 con experimentos crueles que suponían cortar ratas a la mitad y pegar sus órganos internos. Después de décadas, a los investigadores les ha vuelto a llamar la atención. La parabiosis se define como la “asociación de dos o varios organismos que se desarrollan simultáneamente, pero de los cuales uno solamente disfruta de vida propia, mientras que los otros viven a expensas de él”.
Los estudios más avanzados están en China y Corea, aunque en los Estados Unidos también hay avances. En California, la compañía Ambrosia ha comenzado a experimentar con sangre de personas jóvenes. El programa se llama “Transfusión de Plasma de Jóvenes Donantes y Biomarcadores Relacionados con la Edad”.
Consiste en que participantes de 35 años en adelante reciben transfusiones de plasma de jóvenes donantes menores de 25 años de edad. Los investigadores monitorearán su sangre por dos años para revisar los niveles de envejecimiento.
Los pacientes participantes van desde los 35 hasta los 80 años, y pagan ocho mil dólares para ingresar al proyecto. El fundador de Ambrosia, Jesse Karmazin, ha estudiado el proceso de envejecimiento por más de una década. Empezó el proyecto luego de encontrar en animales, que la transfusión de sangre revertía el envejecimiento.
El mecanismo no ha sido analizado completamente, dijo, la sangre de organismos más jóvenes no solo contienen proteínas que mejoran la función de la célula, sino que de alguna manera, hace que el cuerpo produzca más de esas proteínas.
Los efectos parecen ser casi permanentes, es casi como reiniciar la expresión de los genes.
Karmazin fue contactado por la oficina de Thiel; Jason Camm es el jefe de la oficina médica de Thiel Capital, y se dijeron interesados en lo que hace la compañía, con la intención de buscar más inversionistas.
Camm es el encargado de la salud de Thiel al igual que de otros tantos líderes e inversionistas de negocios en Silicon Valley. Según su perfil de LinkedIn:
Permite a sus clientes tener cambios importantes en su salud diaria, funcionamiento cognitivo y desempeño físico, todos incrementando sus prospectos de salud y extensión de vida.
En una entrevista, Thiel dijo en relación a la investigación sobre salud:
No estoy convencido de haber encontrado una panacea que funcione. Es posible que hay algo que funcione. Estoy viendo lo de parabiosis, algo en lo que estoy muy interesado. Hicieron transfusiones de sangre joven en ratones y encontraron un efecto rejuvenecedor masivo. Son cosas muy extrañas, pero se ha venido estudiando desde los años 50. Creo que hay muchas cosas que extrañamente no se han estudiado a fondo”.
Hay muchos rumores en Silicon Valley de que muchos individuos con dinero, todos del mundo de la tecnología, han empezado a practicar la parabiosis, gastando decenas de miles de dólares en los procedimientos de transfusión de sangre joven, y repitiendo el ejercicio varias veces al año.
Cualquiera que practique parabiosis en privado, requeriría de mucha sangre joven, pero la sangre humana no está a la venta.