Un encargado de las ejecuciones en una prisión de EU reveló aquellos sentimientos que emergen al momento de cortar la vida a un sentenciado.
Tienes que sacrificar la empatía y la humanidad para aplicar la pena de muerte, dice en un escrito que se difundió en el periódico The New York Times y que ha llamado poderosamente la atención.
Al ingresar a la Penitenciaría Estatal de Oregón, en EU, Semon Frank Thompson fue nombrado superintendente, encargado de llevar a cabo las dos únicas ejecuciones en la historia de este estado en 54 años.
Por primera vez se utilizó la inyección letal en las ejecuciones de los asesinos convictos Douglas Franklin Wright (1996) y Harry Charles Moore (1997); fueron los primeros y los últimos en Oregon antes de que la pena capital se derogara de la ley.
En el artículo del The New York Times, Thompson detalla la experiencia e impactos perjudiciales de estos homicidios sancionados por el Estado y los cuales considera un “fracaso total”.
Veterano de la guerra de Vietnam y retirado como superintendente, describe como un “negocio surrealista”, la planificación de una ejecución.
“Yo solía apoyar la pena de muerte. Pero ya no… no puedo poner en palabras la ansiedad que sentía ante la posibilidad de un procedimiento fallido”.
Además detalla el procedimiento que se realizaba durante un mes previo a la ejecución de un convicto, con el objetivo de llevarlas a cabo con la mayor dignidad posible para los afectados.
“Juntos pasamos muchas horas de planificación para la ejecución de dos personas. La ejecución de una persona ordenada por el Estado era premeditada y calculada, e inevitablemente algunos de los involucrados podrían sufrir daños colaterales; eso lo vi. Es difícil renunciar a tu empatía y humanidad para ayudar en la muerte de otro ser humano”.
Actualmente son 31 estados que siguen ejerciendo la pena de muerte en EU. Durante el presente año ya se han registrado 15 ejecuciones. En los últimos 30 años la cifra alcanza 1,437.
Y Thompson lamenta:
“La pena capital se mantiene vigente, fuera de la vista de la sociedad”.
Sin embargo, con el artículo se pretende aumentar la concientización sobre la inutilidad de la pena de muerte en EU, un tema que ha generado mucho debate en este país.