Tal vez hayas escuchado del respiracionismo, una doctrina alimenticia muy extraña, que consiste en respirar para alimentarse. Una pareja asegura que durante nueve años solo han comido aire.
La pareja de esposos, Akahi Ricardo y Camila Castello, afirman que el agua y la comida no son necesarios para los humanos, y que se puede vivir, literalmente, de aire. O en sus palabras, de la “energía del universo”.
Además, tienen dos hijos, uno de 5 años y una niña de 2 años. Han sobrevivido hasta ahora con poco más que alguna fruta o verdura ocasional, más precisamente, tres veces por semana desde 2008.
Castello incluso tuvo un embarazo respiracionista, que consiste en no comer nada durante los nueve meses que tuvo a su primer hijo en el vientre. La pareja de esposos asegura que su estilo de alimentación sin comida ha mejorado su salud y su bienestar emocional y que les ha permitido gastar más en viajar que en comprar despensa.
Castello tiene 34 años y vive entre California y Ecuador con su esposo. Explica:
“Los humanos pueden vivir fácilmente sin comida, en tanto se mantengan conectados con la energía que existe en todas las cosas, mediante la respiración”.
“Por tres años, Akahi y yo no hemos comido nada y solamente comemos ocasionalmente como cuando estamos en una reunión social o si simplemente queremos saborear una fruta”.
“Con mi primer hijo, practicé embarazo respiracionista. El hambre era una sensación extraña para mí, así que completamente viví sin nada de comer”.
“Mis exámenes de sangre durante los tres trimestres fueron impecables y di a luz un bebé saludable”.
“Desde que soy respiracionista, me siento más sana y feliz que nunca. Cuando era joven, mi peso y ahora, luego de mis dos hijos, mi cuerpo volvió a su forma natural inmediatamente. Nunca sufrí de síntomas posparto y soy más estable emocionalmente”.
Su esposo, Ricardo, tiene 36 años y cree que el respiracionismo es la forma ideal de recortar los gastos.
Ricardo, quien da cursos de respiracionismo con Castello, explica:
“Hay cierta libertad que proviene de no estar atado a una dependencia de la comida”.
“Obviamente, nuestros costos de vida son mucho menores que los de muchas familias, y eso nos permite gastar nuestro dinero en cosas que realmente importan, como viajar y explorar juntos”.
“Nos ha dado un sentido claro de lo que queremos en la vida. Cualquiera puede vivir como respiracionista y sentir sus beneficios. No se trata de nunca probar la comida otra vez, sino de entender la nutrición cósmica, no solo física”.
La pareja se conoció en 2005 y se casó tres años más tarde. Luego descubrieron el respiracionismo mediante un amigo. La pareja pasó lentamente del vegetarianismo al veganismo y luego solo comían fruta, hasta que terminaron siendo respiracionistas.
El proceso de 21 días para volverse respiracionistas consiste en no comer nada en los primeros siete días, excepto aire. Luego, en los siguientes siete días, se toma agua y jugo diluido; finalmente en los últimos siete días, agua y jugo diluido.
Durante los siguientes tres años, la pareja no comió nada de sólidos, incluso aunque ella estuviera embarazada. Actualmente comen algo esporádicamente pero solo para compartir la experiencia con sus dos hijos.
Aseguran que ellos pueden comer lo que quieran, no los forzan a ser respiracionistas, solo están conscientes de qué es y cómo se practica, además de que la energía en el universo es lo único que la gente necesita para vivir, si así lo decide.
El respiracionismo fue un método de suicidio en Roma y Grecia, pero los creyentes del respiracionismo aseguran que el prana en el aire puede alimentar a una persona. Los hinduistas creen que el prana es la fuerza vital.
En los años 90, Ellen Greve, quien luego cambió su nombre a Jasmusheen, fue la precursora más famosa. También hay casos documentados de que esta práctica es peligrosa para la salud y que al menos ha habido 4 muertos en los últimos 20 años.
No hay un solo caso confirmado de personas que no prueben alimento alguno por más de siete días (el máximo periodo de tiempo que puede resistir el cuerpo sin comer). En el caso de Jasmusheen, solo se hizo una prueba supervisada, pero luego de unos pocos días, si alto grado de deshidratación obligó a suspender la prueba.
En 1983, Wiley Brooks, líder notable del movimiento en California, fue sorprendid escabulléndose a un hotel para comprar un pastel de pollo y luego comprando Twinkies, según otro testigo.