La pandemia, la dichosa pandemia ha sido demasiado cruel en muchas situaciones, pues mucha gente fue despedida de sus empleos. Además, ha sido motivo para que muchos más terminen sus relaciones de pareja y hasta de familia en el mejor de los casos, ya que cada contexto es totalmente diferente.
Esta historia podría sonar algo parecida a la de muchos lectores. Se trata de un chico llamado Craig Gordnier, de 27 años, quien simple y llanamente perdió su empleo y a su prometida. ¿Acaso no es demasiado ya?
Sin embargo, este joven puede ser un gran ejemplo, pues al superar el duelo, decidió no quedarse de brazos cruzados, así que puso manos a la obra y adquirió un autobús viejo, le dio una “manita de gato” y lo convirtió en todo un departamento ambulante que no le pide nada a todos esos departamentos lujosos que vemos por ahí.
Antes de perderlo todo, tenía un trabajo en un corporativo, con un horario de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., planeaba casarse, entre otras cosas, pero absolutamente nada podía prever que su vida entera daría un giro por completo debido a un virus.
Cuando las cuarentenas comenzaron a declararse alrededor del mundo, perdió un trato comercial, que desencadenó en la pérdida de su trabajo y derivado de esto, su relación sentimental también llegó a su fin, haciéndolo volver a casa de sus padres y rebuscar un trabajo que siquiera le remunerara menos de lo que ganaba en el anterior.
Sin embargo, aun con toda esa decepción, se mantuvo estoico y compró un viejo autobús escolar en Dakota del Sur y lo condujo de regreso a su natal Massachusetts, donde inició su remodelación, finalizándola en noviembre de 2020.
Me di cuenta mientras estaba en el sofá de mis padres, preparando mi currículum para solicitar un trabajo que no quería, por mucho menos dinero del que valgo.
-Craig Gordnier
Con esta declaración, el joven nos demuestra que si se cuenta con la suficiente lucidez para saber lo que se quiere, todo es posible. La restauración del autobús duró aproximadamente 200 días, se le instalaron paneles solares para proveer de electricidad, plomería, etc.
Su familia y amigos le ayudaron, y su trabajo fue tan espectacular que le quedó espacio para una chimenea eléctrica, una barra para preparar café y hasta una terraza para mirar el cielo a cualquier hora que lo desee.
En esta obra es evidente todo el proceso que le ha dejado una enseñanza de vida, pues asegura que durante su construcción pudo ver más sobre sí mismo, la vida, la muerte, el trabajo, los sueños y toda esa capacidad que tiene el espíritu humano para superar cualquier cosa y cumplir todo aquello que se ha imaginado.
Esta gran historia es todo un ejemplo a seguir. Muchos de nosotros pasamos por situaciones similares que tal vez de momento nos tienen en la lona. Sin embargo, esta es evidencia tangible de que nunca es tarde para hacer algo y que las cosas siempre tienden a sanar si se tiene la voluntad necesaria.
Recuerda que todo esfuerzo tiene su recompensa, quizá muchos te vean como un conformista al no ser capaces de verlo, pero al final, aun con todo y si sabes lo que en realidad quieres, podrás conseguirlo. Aunque todo parezca tan adverso, siempre habrá tiempo de retomar aquello que siempre has querido y concluir con lo que te encuentras haciendo.