En 1991, Vasile Gorgoș, un comerciante de ganado residente del pueblo de Buhocel, en Rumania, le dijo a su familia que saldría a un viaje de negocios, pero después de subir al tren, nunca se le volvió a ver. Después de 30 años, Vasile, ya con 93 años, apareció en la puerta de su casa con la misma ropa que se había ido y un boleto de tren en su bolsillo.
Por su trabajo, Vasile se ausentaba uno o dos días, pero la ausencia fue mayor y su familia hizo todo por dar con su paradero. La búsqueda y las investigaciones no arrojaron ningún resultado, por lo que se consideró muerto. Su familia se resignó e incluso celebraron servicios en su memoria, marcando el último adiós.
Todo cambió cuando la noche del 22 de agosto de 2021, un automóvil se detuvo en la calle donde la familia ha vivido por décadas. Los perros comenzaron a ladrar y causar alboroto meintras un anciano estaba gritando en la calle, hasta que un vecino salió a ver qué sucedía. Para su sorpresa, “era Vasile Gorgoș, a quien sabía muerto” explicó Veron Lungu, vecina residente de Buhocel para Gândul, de acuerdo con evz.ro. Estaban tan asombrados que no notaron la matrícula del auto que se dio a la fuga.
Estaba sentado en un banco y apoyado en un palo. Lo tomé del brazo y caminé con él hasta la puerta de su hijo y su nuera. Cuando llegué a la puerta, llamé a Mariana (la nuera del anciano) para que viniera a ver el milagro.
—Viorica Gorgoș, vecina, para evz.ro
Al responder a la puerta por la noche, Mariana no podía creer que su suegro estuviera en la puerta de su casa, por lo que llamó a su esposo Vasile, quien llegó después de una hora a la casa. Tampoco lo reconoció, pensó que se trataba de Lupu, el padre de Mariana, quien también estaba muerto. Sin embargo, su sorpresa fue mayor cuando su esposa le indicó que era su padre desaparecido.
Cuando le preguntaron dónde había estado durante tres décadas, el anciano contestó que en su casa. A pesar de la confusión, recordaba que nació en 1928, su esposa había fallecido y que su padre era un gran comerciante. Vasile llevaba puesta la misma ropa con la que se le había visto la última vez. Además, en el bolsillo llevaba un boleto de tren de Ploieşti a Bacău y su identificación.
Su familia lo llevó al hospital para que un médico lo revisara. El doctor concluyó que, fuera de la falta de memoria, estaba en perfecto estado de salud. Según Adevarul, lo más probables es que sufra de una enfermedad neurológica. Su hijo y nuera tenían más dudas que respuestas, pensaron que tal vez alguien lo tenía trabajando a la fuerza o que lo habían torturado, así que comenzaron a investigar si alguien lo había visto y así, ir ligando la historia.
No nos llevamos bien con él. Él no sabe lo que está diciendo. Nos habla de la época en que se dedicaba a la cría y venta de vacas. Le preguntamos una cosa y nos dice otra. Quién sabe por dónde caminó, quién lo sostuvo, tal vez lo pusieron a trabajar a la fuerza… ¿quién sabe qué vida llevó?
—Vasile Gorgoș (hijo)
La rara desaparición de Vasile ha llamado la atención desde hace varios años, causando que las personas desarrollen diferentes teorías de lo que le pasó. Una de ellas es que abandonó a su familia por una nueva vida, pero cuando ya no pudieron cuidar de su salud, lo abandonaran en su viejo hogar. Otra teoría indica que estuvo encarcelado por 30 años, por eso al salir, tenía la misma ropa y sus pertenencias.
De la misma manera, algunos especulan que sufrió una fuga disociativa y un trastorno de identidad de fuga disociativa, lo que causó que perdiera la memoria e iniciara una nueva vida y, finalmente, regresara cuando comenzó a sufrir demencia. La última teoría indica que pudo haber sido secuestrado por extraterrestres que experimentaron con él por tres décadas, regresando sin memoria.