Rehan Sujeewa Staton se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, pero su camino a obtener un título profesional no fue sencillo, pues mientras estudiaba, se ganaba la vida como recolector de basura, trabajo que le permitió mantenerse a él y a su familia.
Desde niño, Rehan entendió la precariedad, ya que cuando tenía solo ocho años, su madre lo abandonó, por lo que su padre se tuvo que hacer cargo de él y su hermano. Con dos trabajos a la vez, el hombre mantenía a una familia y encontraba tiempo para ayudarlo a practicar deportes.
Cuando se graduó de la secundaria, Rehan estaba listo para entrar a la universidad, pero no recibió carta de aceptación de ninguna. Las dificultades financieras llevaron al joven a alejarse de su sueño académico y comenzar a trabajar en una empresa de recolección de basura y reciclaje. Sus compañeros, adultos y exdelincuentes lo alentaron a seguir su camino en la universidad.
Así logró entrar a la Universidad Estatal de Bowie y después obtuvo una transferencia a la Universidad de Maryland, donde obtuvo su pregrado. La historia acaparó la atención de los medios cuando se enteraron de que un recolector de basura había ingresado a la universidad y obtenido un título.
Con ayuda de su primo Dominic Williams, Rehan estudió para el examen de admisión de varias facultades de Derecho, entre ellas la de Harvard, en la que fue aceptado, al igual que en otras siete. El cineasta Tyler Perry se interesó en su historia y se ofreció a pagar su matrícula, al igual que la de otros profesores de derecho.
Tras años de estudio y esfuerzo, Rehan Staton logró graduarse y agradeció a sus amigos y familiares por apoyarlo, incluso a su jefe en la empresa de basura, quien lo dejaba irse a estudiar para luego regresar a trabajar. El hombre no dejó su pasado en el servicio de saneamiento atrás, sino que cofundó una organización sin fines de lucro para reconocer el trabajo del personal que hacía posible el funcionamientos de la escuela.
Rehan Staton ahora trabaja en un bufete de abogados en Nueva York y sigue honrando a los trabajadores de servicio, a quienes considera parte de su compromiso por toda la ayuda que recibió. “Fui a trabajar a lugares elegantes. Hice buenas conexiones y amistades. Pero no quiero olvidar quién soy”, expresó Staton para The Harvard Gazette.