El artista estadounidense John Lopez, quien radica en Dakota del Sur, es producto de su circunstancias: los ranchos de vaqueros han estado ahí desde que se poblaron estas tierras por los estadounidenses, y John empezó a celebrarlos con esculturas hechas con los restos del equipo de cultivo que quedan abandonados con los años.
La forma de vida de los vaqueros en esas tierras de vaqueros “reales”, donde durante siglos han estado cultivando y pastoreando sus animales, ha visto la transición de usar caballos a usar vehículos para las tareas del campo.
Lopez decidió usar las viejas y oxidadas, piezas y máquinas que los granjeros fueron dejando para elegir los elementos del pasado para recrear una quijada, o una cola de un caballo, tal vez la pata de algún toro. Todas sus esculturas tienen increíbles detalles.
Estas son las esculturas que John Lopez crea con partes de arados, elevadores de granos y todo tipo de equipo de las granjas que encuentra en talleres, en graneros y corrales: