Tener una mascota te cambia la vida por completo, así que en esta cárcel comenzaron a rehabilitar a los internos con la ayuda de gatos abandonados.
Científicamente se ha demostrado que las personas con mascotas viven más años y tienen una mejor calidad de vida. Pensando tanto en los reos como en los animales callejeros, con este nuevo programa los gatos de refugios son adoptados temporalmente por reclusos y todos se benefician. Ni los más rudos se resisten al encanto de un gatito.
En la Instalación Correccional de Pendleton en Oregon, Estados Unidos, hicieron un trato con refugios de animales abandonados para que los convictos cuidaran a los gatos y los ayudaran a recuperar la confianza en los humanos.
El programa F.O.R.W.A.R.D. comenzó en el 2015 y desde que los internos se hicieron cargo de estos pobres animales abandonados se notaron buenos cambios en ambos.
Muchos de los gatos que son cuidados por los reclusos tenían problemas para interactuar con los humanos. Eran tímidos, desconfiados, agresivos y no duraban mucho tiempo en los hogares que los adoptaban.
Eran felinos indomables hasta que terminaron en manos de los presos. Ellos los alimentan, les tejen ropa, los cuidan, les construyen casas y les ayudan a recuperar la confianza. Una vez que se vuelven más sociables, muchos gatos son adoptados.
Pero los “michis” no son los únicos beneficiados con este programa. Con el tiempo, también los reclusos se fueron haciendo más responsables, sociables y aprendieron a trabajar en equipo.
El director de la Liga de Protección Animal, Maleah Stringer, dice que hay convictos que nunca habían tenido la oportunidad de cuidar a alguien y que, gracias a estos gatitos callejeros, su vida ha mejorado, se han vuelto más serviciales y amables.
Esta idea se fue aplicando en otras prisiones de Estados Unidos y ahora existe toda una organización llamada Purrfect Pals, que se encarga de contactar refugios de animales para que colaboren con diferentes reclusorios. Su idea es que los reos tengan al mejor y más esponjoso compañero de celda.
Pensaban que por ser criminales estos hombres eran temibles y peligrosos pero nadie, absolutamente nadie, se puede resistir a los encantos de un gatito abandonado.