“Proteger y servir” es el lema que mejor expresa la misión y visión del servicio de Policía, pero también es necesario entender que no son infalibles y que si les piden ayuda sin contexto, pueden hacer el oso respondiendo a llamadas de auxilio que resultan falsas alarmas y que los alejan de su verdadero deber.
El 25 de noviembre de 2022, unos policías irrumpieron en una galería londinense para salvar a una mujer en aprietos que había desfallecido… hasta que se dieron cuenta de que se trataba de Kristina, la obra hiperrealista del artista estadounidense Mark Jenkins, que se supone que representa a una mujer con vestimenta casual colapsada sobre una mesa. La encargada de la galería, Hannah Blakemore, terminó hasta regañada por tener una escultura tan real.
Una obra de arte más real que la vida misma
La galería londinense Emporio Laz abrió sus puertas en octubre de 2021, que estaban cerradas cuando la policía tuvo que forzarlas al acudir a una llamada de auxilio el 25 de noviembre de 2022, cuando acudían al auxilio de la obra Kristina, pues asemejaba de un modo pasmosamente realista a una mujer desmayada sobre una mesa, lo que causó alarma.
La obra Kristina de Mark Jenkins fue comisionada por Steve Lazarides, pues quería un retrato de su propia hermana, quien se desmayó y terminó con su cara metida adentro de un tazón de sopa. El hiperrealismo es un movimiento artístico que hace hincapié en que sus productos deben ser lo más parecidos posible a la realidad, como en el caso de Kristina. Así, no sorprende que quien llamó haya visto la escultura y supuesto que alguien estaba en apuros ni tampoco extraña que la Policía también lo creyera.
La llamada y la rápida respuesta
La Policía londinense recibió una llamada de auxilio alrededor de las 5:32 p.m., que solicitaba ayuda porque una mujer se encontraba inconsciente en un negocio llamado el Emporio de Laz. Luego de 20 minutos, llegaron los oficiales al sitio del siniestro, donde, efectivamente, encontraron a “la mujer”, quien se “encontraba en apuros”. Sin embargo, al momento de “auxiliar a la mujer”, se descubrió el error.
Mientras todo esto ocurría, la encargada de la galería se sorprendió al encontrar la galería llena de uniformados. Cuando se dieron cuenta de su error, los oficiales no se sintieron nada bien y lejos de disculparse por el exabrupto, se desquitaron con la empleada, reclamándole por “tener una escultura que parece una persona en apuros” en su negocio.
Larga historia picándole las costillas a las autoridades
Steve Lazarides, un curador y comerciante de arte, es famoso por haber estado asociado con Banksy, un famoso artista visual que se dio a conocer por sus grafitis murales que llevan un mensaje político con humor negro y que en muchas ocasiones está “en desacuerdo” con las fuerzas del orden.
No queda muy claro exactamente quién llamó a la policía en el caso de Kristina, pero, al final, las fuerzas del orden quedaron algo avergonzadas por el episodio, así que no sería raro que Lazarides o Banksy hubieran orquestado el asunto para obtener algo de publicidad, aunque, por supuesto, no se ha dicho nada al respecto y cualquier acusación sería mera especulación, pues, aparentemente, todo se trató de un mero malentendido.