Lo siguiente que van a leer no es una broma, ni mucho menos. Existe en el mercado una cerveza de origen danés llamada Pisner, e incluye la orina de algunas personas como ingrediente esencial en su proceso de elaboración.
De ahí viene su singular nombre, pues combina la forma en que los daneses llaman, coloquialmente a la orina: pis y el tipo de cerveza, en este caso, una pilsner.
Pero no piensen que la botella contiene pipí con cerveza; técnicamente es orina reciclada y filtrada, así se asegura que no hay ningún residuo humano directo.
Lo que sucede es que los creadores de esta rara idea utilizaron la orina humana para fertilizar y regar los campos de cebada malteada, que se usa en la creación de este líquido.
La manera en que consiguen este peculiar ingrediente si da un poco de asco, ya que se recogió de urinarios instalados en el festival de música de Roskilde, en 2015, y fueron más de 50 mil litros. Los ‘orinantes’ sabían que estaban contribuyendo con sus residuos a un proceso tipo ‘reciclaje’, por lo que la cerveza es lo que más se vendió en dicho festival.
Henrik Vang, director ejecutivo de la cervecera Norrebro Bryghus, creadora de esta bebida, dijo:
“La razón por la que hacemos Pisner es porque somos una cervecería artesanal de Copenhague y todas nuestras cervezas son orgánicas. Así, pensamos que sería una gran idea también entrar en la cerveza reciclable”.
A esta técnica se le llamó beercycling, que es una combinación entre las palabras cerveza (beer) y reciclaje (recycling), el Consejo de Agricultura y Alimentación de Dinamarca fue quien le dio este término.
La producción sustituyó al estiércol por orina y fue suficiente para elaborar 60 mil botellas de Pisner, que ha sido catalogada como una “buena cerveza” por el catador Birden Eldahl.
Los empresarios aún no han decidido si van a hacer una segunda edición de Pisner, ni de dónde vendrá el fertilizante líquido para esta producción. Tampoco hay información sobre dónde se comercializará.