Si algo hemos aprendido de programas televisivos como El Precio de la Historia, Buscadores de Tesoros y Quién da más es que una fortuna inesperada podría encontrarse en el lugar y la presentación menos pensados.
Estas 20 personas adquirieron objetos muy baratos en tiendas de segunda mano, y después se dieron cuenta de que en realidad lo que tenían en sus manos era mucho más valioso. Bien dicen que la basura de uno es el tesoro de otro.