Dicen que en los buenos tiempos todos están contigo, pero solamente los mejores amigos se quedan también cuando llegan los momentos difíciles. Así es la amistad de Jake y Addie.
El perro es el mejor amigo del hombre, pero la golden retriever Addie además es la compañera más fiel de Jake, un lomito que perdió su vista. Ella se convirtió en su guía y protectora mientras él pasó duros tiempos y ahora son inseparables.
Según la dueña, Kim, antes tenían una perra llamada Wrigley que jugaba con Jake cuando él todavía era un cachorro que podía ver. Pero cuando ella falleció, el golden retriever tuvo una especie de depresión y enfermó; apenas tenía dos años de edad.
Fue entonces cuando consiguieron a Addie para hacerle compañía; pero la enfermedad de Jake avanzaba. Cuando visitaron al veterinario, les dieron las malas noticias de que solamente había dos opciones: removerle los ojos o sacrificarlo para eliminar su dolor.
La decisión parecía muy dura, pero el experto en animales tranquilizó a sus dueños explicándoles que los perros suelen usar más los sentidos del olfato y el oído. Otras personas contactaron a Kim para contarle como sus mascotas también quedaron ciegas, pero tenían vidas muy normales.
El lomito fue operado y al despertar de la cirugía su nueva vida comenzó, libre de dolor y adaptándose a no depender de su vista. Addie entonces tomó el papel de su guía y se convirtió en su más fiel compañera.
En los primeros meses, le colgaron a Addie un cascabel para que Jake la pudiera encontrar y con el paso del tiempo el ciego lomito aprendió a identificar su aroma. Ahora son amigos inseparables que corren toda clase de aventuras.
Jake sigue jugando y paseando por la casa. Claro que a veces va tirando cosas, pero ¿eso no lo hace cualquier perro, aunque pueda ver? La historia de Jake y Addie fue compartida y ahora tienen sus propias páginas de Instagram y Facebook, en la que aparecen sus fotos y reciben toda clase de comentarios de apoyo.
Así se ve la amistad más pura, sincera y fiel que puede existir.