Al igual que las grandes ciudades, París, Francia, tiene un problema de ratas, a quienes se les puede ver por las calles, buscando comida en los basureros o cerca de las alcantarillas o el Metro. Durante años se han tratado de combatir, pero la ciudad analiza las opciones para convivir pacíficamente con ellas. París es la tercera ciudad más infestada de ratas en el mundo.
El Ayuntamiento de París exhortó a una reunión con el Alto Consejo Francés de Salubridad para llevar a cabo investigaciones en las que se busquen formas de coexistir con las ratas. La alcaldesa de París, Anna Hidalgo, explicó que además de las campañas de “prevención” y “verbalización”, la ciudad continuaba con la campaña de erudición iniciada en 2017.
Se han realizado grandes esfuerzos para reducir a la población de ratas parisinas, como comprar botes de basura herméticos para la ciudad o la colocación de trampas y raticidas, pero parecen no haber funcionado. Por ello se desarrolló el plan Project Armageddon, en el que se pretende desarrollar el conocimiento sobre los roedores y la biodiversidad urbana.
Hidalgo ha sido criticada por no hacer más por la eliminación de los roedores, especialmente durante las huelgas municipales de marzo de 2023, donde se protestó por el aumento de la edad de jubilación impulsado por el presidente Emmanuel Macron. En las calles, la basura se acumuló y con ello, la densidad de ratas en la superficie en busca de alimento.
Francia tiene una larga historia con las ratas. A través de estos animales, la peste bubónica se propagó por el territorio en el siglo XIV. Además, se organizaban grandes cacerías de ratas y hasta se entrenaban para dar espectáculos. Las ratas actuales no transmiten la peste, pero sí otros padecimientos como la leptospirosis, una enfermedad bacteriana.
Las ratas están tan presentes en la vida parisina que se incluyeron en los diseños e ilustraciones para los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, donde tanto locales como turistas tendrán que convivir con estos animales residentes de la “ciudad de las luces”. Ambientalistas aplaudieron las propuestas de convivencia pacífica.
Cuando hablamos de ‘cohabitación pacífica’ con ratas, no nos referimos a vivir con ellas en nuestras casas y departamentos, sino a asegurarnos de que estos animales no sufran y que no nos molesten. De nuevo, ¡un objetivo muy razonable!
—Paris Animaux Zoopolis (PAZ)