Si construir un auto de carreras es uno de los mejores pasatiempos para una familia amante de la velocidad, este padre y su hijo superaron a todos imprimiendo y armando su propio Lamborghini Aventador.
Sterling Backus no es tan rico como el empresario Thomas Wayne, pero su hijo Xander se puede parecer un poco a Bruce Wayne al menos por tener su propio auto superdeportivo, uno que entre los dos han estado construyendo con pasión y paciencia. Por supuesto que lo hicieron en color negro.
Cuando Xander tenía apenas 11 años de edad, él y su padre disfrutaban mucho del videojuego de carreras Forza Horizon. Ahí conocieron el Lamborghini Aventador y se enamoraron del vehículo.
A Sterling le encanta construir cosas. Luego de pensarlo un tiempo y ver tutoriales, vio que sí era posible armar su propio Aventador pero él decidió imprimir en 3D las piezas. Consiguió tres impresoras en Amazon y poco a poco fue ensamblando el superdeportivo con la ayuda de su hijo.
Lo que hacen es imprimir paneles individuales de Kevlar y después los van uniendo al chasis del auto. Sterling sabe de ingeniería y física, así que estaba listo para el reto, mientras que Xander está ayudándolo con el proceso de infusión al vacío y el diseño del coche.
Backus fabricó el chasis y le instaló un motor LS1 V8 de un Corvette 2003. También le agregó dos turbocompresores para darle mayor parecido a un Aventador real.
Padre e hijo le dedican al menos una hora diaria a armar su nuevo auto. También están consiguiendo y añadiéndole piezas específicas de Lamborghini como la ventanas de la puerta, retrovisores, luces, pestillos, limpiabrisas, entre otros. Poco a poco, su proyecto familiar fue tomando forma.
Hasta ahora la familia Backus ha gastado alrededor de 30,000 dólares para hacer que su creación funcione. Suena costoso, pero es nada si lo comparamos con los 550,00 dólares que vale un Aventador recién salido de agencia.
Además, no se trata del dinero sino de la pasión por los automóviles. Este carro es único en el mundo porque en cada centímetro está el esfuerzo y dedicación que le han puesto padre e hijo.