Cuando estaba en la cima de su poder, el célebre jefe del cártel de Medellín, Pablo Escobar, recibía 420 millones de dólares a la semana en ingresos, haciendo de él. fácilmente, uno de los señores de la droga más ricos de la historia.
Escobar, conocido como el rey de la cocaína, vio su fortuna crecer desmesuradamente, razón por la cual escondía los montones de dinero en efectivo en los campos agrícolas colombianos, almacenes en ruinas y en las paredes de las casas de los miembros del cártel. Por lo tanto el rey perdía cerca de 2.1 mil millones de dólares al año. Algo que realmente no le importaba.
Según Roberto Escobar, jefe de contabilidad del cártel y hermano del capo, en su libro The Accountant’s Story: Inside the violent world of the Medellín cartel:
“Pablo estaba ganando tanto que las ratas se estaban comiendo el dinero en el almacenamiento o el agua lo dañaba. Así que para que no se perdiera, cada año nos condonaba el 10% de las ganancias”.
Eso sería alrededor de 2,1 mil millones de dólares, dada la cantidad de dinero, según los informes. Simplemente, Escobar tenía tanto dinero que no sabía que hacer con él, y por lo tanto a veces lo perdía por culpa de los roedores y el moho.
En una entrevista en 2009 para la revista Don Juan, el único hijo de Pablo Escobar, Juan Pablo Escobar -que cambió su nombre por el de Sebastián Marroquín-, afirmó que su padre incendió una vez 2 millones de dólares en billetes a fin de mantener caliente a su familia mientras escapaban.
Mientras unos ocultaban o destruían la exorbitante cantidad de dinero, otros enfrentaban un problema mucho más elemental: organizar cuidadosamente los billetes. De acuerdo con Roberto Escobar, el cartel gastó alrededor de $ 2 mil 500 dólares al mes en ligas para mantener los billetes juntos y hacer pilas.
En el apogeo de su poder, Pablo Escobar suministraba el 80% de la cocaína del mundo e ingresaba 15 toneladas de cocaína a los Estados Unidos cada día.