Un par de osos polares cachorros explorando y jugando suena como algo tierno, pero cuando con lo que juguetean es con los restos de la contaminación humana, la imagen se vuelve devastadora.
El fotógrafo de 58 años Danny Sullivan salió de excursión hacia las tierras salvajes de Kaktovik, en Alaska, para capturar imágenes de la naturaleza en su mayor esplendor. Pero lo que encontró fue el horror de la polución y la forma en que la contaminación humana llega a los lugares más alejados del planeta.
Sullivan estaba fotografiando a una osa polar con su par de oseznos, mientras descansaban a la orilla de un río. Luego vio que uno de los cachorros se acercó a la corriente y encontró una gran botella de plástico.
El curioso animal empezó a olfatearla y su hermano también se acercó al galón de plástico. Estos grandes mamíferos son curiosos por naturaleza y su forma de explorar el mundo es con su hocico, así que estos cachorros empezaron a morder lo que habían encontrado.
Al principio parecían retozar, pero la diversión se fue saliendo de control hasta que prácticamente comenzaron a pelear por la botella y a desgarrarla. Sullivan estaba impotente observando la escena, sin poder acercarse para quitarles el galón a los oseznos.
La botella pudo haber venido de cualquier lado y haber tenido en su interior alguna sustancia tóxica. Danny quería ayudar, pero sabía que no podía acercarse a los cachorros porque su madre lo atacaría y por eso se limitó a tomar capturas de la escena.
El fotógrafo compartió las imágenes con la intención de mostrar los efectos de la polución en la naturaleza. Sullivan tomó las imágenes a mediados de octubre del año pasado y dice que para esas fechas en ese lugar debería haber una gruesa capa de hielo, pero el cambio climático también ha calentado esta parte de Alaska y derretido la nieve.
El plástico no debería haber estado allí en primer lugar. ¿Qué estaba haciendo una jarra de galón de plástico aquí en Alaska? Simplemente demuestra que lo que estamos haciendo tiene un efecto en todas partes. Esto podría haber venido de cualquier parte y ahora hay muchas posibilidades de que uno de estos osos jóvenes haya ingerido plástico.
—Danny Sullivan, fotógrafo
Los osos polares están tratando de adaptarse al daño que hemos hecho y estas son las inquietantes imágenes capturadas por Sullivan que muestran los terribles efectos de la contaminación humana en Alaska: