Uno de los rasgos que más distinguen a la humanidad es su gran capacidad para inventar objetos. La tecnología es el producto de esta apasionada creatividad, que siempre busca facilitar la vida y ayudarnos a superar nuestros límites.
Aunque muchos inventos han sido el fruto de años de planificación y esfuerzo para conseguir una meta claramente definida, hay otros que fueron creados con un propósito específico, pero con el paso del tiempo se “descubrió” que podían tener otra utilidad, que opacó por completo su uso original. Ese fue el caso de estos 10 productos e inventos, que fueron diseñados para cubrir una necesidad y nosotros los usamos para otra muy diferente.
1. Coca-Cola
Todos conocemos o hemos escuchado la leyenda que dice que este refresco de cola originalmente era una especie de medicamento en forma de jarabe y, de hecho, así fue. John Stith Pemberton fue un médico que en 1850 recibió una herida de espada en el pecho y desde entonces tuvo que consumir morfina para calmar el dolor.
Se volvió adicto a este medicamento y empezó a crear un sustituto que no le afectara tanto. Experimentó con toda clase de jarabes y fórmulas. Además, usaba coca y vinos de coca en sus mezclas. Creó una bebida con extractos de nuez y damiana, que bautizó como “coca de vino francés de Pemberton” y cuando trató de hacer una versión sin alcohol, añadió por error agua carbonatada a la mezcla. Así nació la fórmula de la Coca-Cola, que de medicamento pasó a ser una bebida muy popular.
2. Lysol
En la primera mitad del siglo XX, la compañía Lysol vendía su fórmula como un producto de higiene femenina. En aquellos años, las damas creían que una ducha vaginal podía ayudar a prevenir embarazos y usaban este líquido, que contenía el compuesto fenólico cresol, como un anticonceptivo. Sin embargo, se presentaron muchos casos de intoxicación e, incluso, cinco muertes por irrigación uterina.
Entonces la compañía notó que este líquido era un producto peligroso para la salud humana, reemplazaron el cresol con ortohidroxidifenilo y lo publicitaron como un limpiador de inodoros.
3. Viagra
En 1989, los científicos de Pfizer sintetizaron una pastilla de citrato de sildenafil que sería usada para combatir afecciones cardíacas, como presión arterial alta y angina de pecho. El investigador británico Ian Osterloh se dio cuenta de que el medicamento no servía para su función principal, pero que provocaba erecciones en los voluntarios que la probaron.
En 1996 patentaron la fórmula del citrato de sildenafil como Viagra, el primer tratamiento oral para tratar la disfunción eréctil en Estados Unidos.
4. Detector de metales
El inventor Gustave Trouvé desarrolló un aparato que ayudaría en la minería a localizar y extraer objetos metálicos en la oscuridad. Sin embargo, su máquina era estorbosa y consumía mucha batería. A finales del siglo XIX, Alexander Graham Bell rediseñó el detector porque quería encontrar balas en el cuerpo del presidente de Estados Unidos, James Garfield, a quien le habían disparado.
Los médicos no habían encontrado las balas en el cuerpo de Garfield y Bell tampoco tuvo éxito con su invento. Sin embargo, su aparato demostró que podía ser útil en otros contextos, como encontrar explosivos ocultos en el suelo, por lo que fue utilizado en la Primera Guerra Mundial como un auxiliar muy valioso.
5. Vaselina
Su inventor, Robert Chesebrough, había visitado un campo petrolífero y se dio cuenta de que los trabajadores usaban un residuo extraído de las bombas, conocido como cera de varillas, para curar sus heridas. Él comenzó a experimentar con este material hasta crear una “gelatina maravillosa” que según él curaba casi todo.
Robert comercializó su producto haciendo una gira, en la que se quemaba el cuerpo con ácido y hasta se cortaba con navajas para luego ponerse su pomada y demostrar cómo se curaba de las heridas anteriores. Cuando sufrió de pleuresía, incluso tomaba una cucharada de su producto todos los días. Después de su muerte, se supo que la vaselina no era curativa, sino que mantenía alejadas a las bacterias.
6. Auto-Tune
El científico y geofísico Andy Hildebrand se puso manos a la obra para crear una estación portátil de interpretación de datos sísmicos, que serviría a la compañía Exxon Production Research y Landmark Graphics para mapear la Tierra y encontrar campos de petróleo.
La esposa de uno de sus colegas le dijo en broma que podría crear un aparato que le ayudara a cantar afinada y Andy se tomó en serio el chiste. Aprendió composición musical y utilizó su tecnología de análisis de ondas sísmicas para procesar las señales digitales de la voz. Así nació un corrector vocal, que en 1997 se llamaría Auto-Tune.
7. Toallas Kotex
La empresa Kotex se fundó en 1880 como una compañía de productos de papel y en la Primera Guerra Mundial crearon una venda especial hecha con celucotton, un material hecho con pulpa de madera que era cinco veces más absorbente que el algodón.
Cuando la guerra terminó, las enfermeras dijeron que habían usado las vendas de celucotton como toallas sanitarias improvisadas y la compañía entonces decidió crear este producto de higiene femenina.
8. Super glue
En 1942, el Dr. Harry Wesley Coover Jr. trabajaba para crear materiales que sirvieran para la fabricación de miras en armas de fuego. Descubrió el cianoacrilato, pero esa sustancia era muy pegajosa para cumplir ese propósito. Lo quiso probar para crear marquesinas de polímero, pero tampoco dio resultado.
Él trabajaba en la compañía Eastman Kodak, y un miembro del equipo le dijo que había dañado un refractómetro muy costoso al ponerle la sustancia encima. Harry entonces se dio cuenta de que había creado un poderoso adhesivo, que se vendió primero como “Estman 910” y luego le cambió el nombre a Super glue.
9. Refresco 7-Up
En 1929, Charles Leiper Grigg ya había creado dos bebidas de sabor naranja, pero en ese momento Orange Crush era el líder del mercado, así que él se orientó en los sabores cítricos de lima y limón. En su mezcla agregó citrato de litio, un compuesto que era empleado en el tratamiento de enfermedades mentales, como la depresión maníaca, para mejorar el estado de ánimo.
Charles creó su bebida “Refresco de lima-limón litiados Bib-Label”, pero como fue lanzado al comienzo de la Gran Depresión en Estados Unidos, estuvo a punto de ser un fracaso. En 1936 su nombre cambió a 7-Up y en 1948 se prohibió el uso de citrato de litio en refrescos, así que eliminaron el citrato de litio como ingrediente, pero el sabor mejoró y la compañía se salvó.
10. Microondas
Percy Spencer fue el creador de este invento, y ya contaba con varias patentes en la empresa Raytheon para la que trabajaba. Él estaba haciendo mejoras para un radar activo y un día de 1945 llevaba un chocolate en el bolsillo. Al estar cerca del aparato que emitía ondas, la golosina se derritió y Percy descubrió que podía crear un campo electromagnético de alta densidad.
Comenzó a experimentar la cocción de otros productos y alimentos, hasta que un día le explotó un huevo en la cara a uno de sus colegas. Entonces, decidieron poner el radar de microondas dentro de una caja de metal para contener la radiación y evitar desastres en la cocina.