Mientras que el resto de los mortales trabajamos para ganar dinero y lo estiramos lo más que podemos para cubrir nuestros gastos (que son muchos) y quizá darnos un pequeño lujo —como un elotito con todo—, estos nenes ricos y consentidos se pasan la vida gastando lo que nada les ha costado.
Su única gracia es presumir en las redes sociales lo que gastan con la fortuna de sus familias y dejarse consentir por la cuna de oro en que nacieron. Así es la lujosa vida, carísima por cierto, de estos 25 niños ricos. Esto es lo que hacen cuando el dinero no es problema: