Esta es de cierta manera una historia triste pero rara. Y es que su hermano murió en el vientre de su madre a las 24 semanas de gestación, pero eso no ha impedido que sigan siendo los mejores amigos.
No, no es una historia de fantasmas. Esto va más allá de todo lo que hemos visto. Sin conocerse comparten un vínculo de hermanos, lo cual hace que él vaya a visitar a su hermano gemelo y hablar con su lápida.
El síndrome de transfusión de gemelo a gemelo (TTTS por sus siglas en ingles) fue la causa de que Walker y Willis se tuvieran que separarse antes de nacer. Es una situación rara que pasa cuando los bebés comparten la misma placenta y un gemelo obtiene más sangre que el otro, lo que significa que uno de ellos muere.
Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para que Walker visite la tumba donde yace su hermano gemelo. Acude para contarle desde la experiencia de haber ido al jardín de niños a los 5 años hasta sus problemas, o simplemente se recarga en la lápida para hacerle compañía a su hermano.
A través de los años, Brooke, madre de los gemelos, ha tomado una serie de fotos en donde se puede ver a Walker pasando una tarde con Willis e incluso en Navidad de 2016 fue a llevarle unos juguetes a la tumba de su hermano.
Creo que tiene una sensación de paz en la tumba. A pesar de que han pasado años, nos ha dicho que cree que su hermano está siempre con él. Habla de él a menudo y comparte a su hermano con sus amigos.
Brooke y su esposo Michael se enteraron de que estaban esperando gemelos, en octubre de 2006. Los gemelos eran algo de esperarse debido a que en su familia ya había antecedentes, de hecho su madre tenía una hermana gemela.
No fue hasta que el embarazo llegó a las 24 semanas cuando en un ultrasonido de rutina, les dijeron que Willis había fallecido y que probablemente había pasado una semana de eso.
Para Brooke, ha sido trágico perder a su hijo y saber que esta condición se pudo prevenir o mínimo recibir la información necesaria sobre la situación de los bebés.
No se hicieron pruebas de ello, ni lo hizo nuestro médico, nos referimos a un especialista, incluso sabemos que mis hijos eran idénticos y compartían una placenta… Luchamos con nuestra conciencia debido a la falta de conocimiento que poseía nuestro médico acerca de esta enfermedad.
A los casi 10 años de esta historia, desgarradora pero tierna y llena de amor, los padres de Walter y Willis están pensando en recaudar fondos para una fundación dedicada a crear conciencia sobre este tipo de situaciones médicas.
Diez años sin mi dulce Willis no parece estar bien. Pero Willis vive a través de Walker y todo lo que hace para luchar.
Sin duda, en estos gemelos existe el amor, la fraternidad el compañerismo y la complicidad, que ni la muerte misma ha podido alejarlos; y en donde la eternidad será por siempre su más grande aliada.