Cuando Eric Kilburn Jr. nació, el médico le dijo a su madre que era el bebé con los pies más grandes que había visto. “No salgan a comprar zapatos de bebé porque no le van a quedar bien” fueron las palabras que el doctor le dijo a Rebecca Kilburn. Lo que en un comienzo fueron risas para la familia ahora se ha vuelto un suplicio para Eric y sus padres.
Eric ahora tiene 14 años y asiste al primer año de la escuela secundaria en Goodrich High School, en Ortonville, Michigan, Estados Unidos. La diferencia entre sus compañeros es notoria, pues Eric mide dos metros de alto y práctica futbol americano. Sin embargo, tiene una lucha que afrontar todos los días: calzar zapatos que le queden bien.
Eric necesita zapatos talla 23 (estadounidense, 59 europeo) o más grandes, prácticamente imposibles de conseguir con las marcas de zapatos habituales. Al no encontrar zapatos que le calcen correctamente, el chico usa tallas más pequeñas, pero solo le han causado dolor en los pies, callos y uñas enterradas. Debido a esta situación, tuvieron que extirparle las uñas de los dedos más grandes de forma permanente.
Eric es un adolescente sano y en constante crecimiento, por lo que los médicos esperan que siga creciendo por los próximos dos años. Por fortuna, no tiene ningún trastorno endocrino, solo es un chico de gran tamaño que supera, por mucho, la altura de sus padres. A pesar de que hay personas amables en su escuela, también admite que hay otros que lo molestan.
Pero no ha sido el único problema. Mientras jugaba futbol, se torció un tobillo provocándose un esguince, por el que tuvo que pasar por una prolongada recuperación. Su familia está convencida de que si hubiera tenido calzado deportivo adecuado para él, el accidente se hubiera prevenido, pero las opciones son pocas y superan el presupuesto familiar.
Un especialista ortopédico encontró una opción, zapatos hechos a su medida. Estos tendrían un costo de 1500 dólares. Un par de uso diario y un par “más lindo” serían un gasto de tres mil dólares. Esto no detuvo a los Kilburn, quienes contactaron a diferentes empresas de calzado como Nike, Adidas y Reebok, pero sus esfuerzos fueron en vano. Si Eric no era un atleta profesional, las marcas no estaban interesadas en hacer calzado especial.
Los padres le pidieron autorización a “Big E”, como también apodan a Eric, para publicar en redes la búsqueda de zapatos. Él accedió porque lo único que le importaba era tener zapatos que le quedaran. De esta manera, formaron un grupo en Facebook llamado Big Shoe Network, en donde comparten lugares en los que pueden comprar zapatos de tallas grandes.
El caso de Eric llamó atención de los medios de comunicación, quienes lo volvieron popular, hasta llegar a Robb Cropp, director sénior de desarrollo de calzado de Under Armour, quienes ya contactaron al chico para hacerle calzado espacial. Además, tomaron un molde 3D de sus pies para diseñar los modelos que calzará. Por primera vez en años, pudo elegir el modelo y color de los zapatos que usará.
Amigos y familiares de Eric abrieron una campaña en GoFundMe con la finalidad de reunir recursos para comprar ropa y calzado de su talla hasta su vida adulta. De la misma manera, contactaron a los Récords Guinness para que dieran fe del tamaño de sus pies, que superan por mucho a los más grandes pies de un adolescente.