Luc Perrault es padre y amante de las motos, los tatuajes y la cerveza; y aunque él mismo admite que su apariencia puede ser la del tipo que “se come tu alma si lo ves feo”, en realidad es todo lo contrario.
No hay que juzgar un libro por su portada, y esa es la lección que aprendió una mujer respingada de los suburbios en Estados Unidos. En julio, hace unos años, Luc sacó a probar la motocicleta de su mamá y pasó lo siguiente…
Luc tiende a sobresalir en las multitudes, así que cuando llegó a una cadena de comida rápida, en Canadá, llamó la atención de una niña curiosa que estaba parada junto a su madre.
En lugar de asustarse o sentirse intimidada por el enorme hombre motorizado y coloreado con tatuajes, la niña simplemente le dijo “hola”. Le sonrió y lo saludó, y él contestó; pero acto seguido, su mamá la tomó de la mano y Luc escuchó que dijo: “No hablamos con motociclistas sucios”, mientras la apresuraba.
Más tarde ese día, Luc escribió una carta en Facebook para la madre desconocida que lo juzgó, y sus palabras se volvieron virales:
“A la familia en la SUV roja en Tim Horton hoy:
“Sí, soy un un hombre grande, de 130 kilos de peso con una motocicleta y lleno de tatuajes. Soy soldador, soy ruidoso, tomo cerveza, maldigo, y me veo como si me fuera a comer tu alma si me ves feo.
“Lo que no saben es que he estado felizmente casado por 11 años, mis niños me llaman papi, soy graduado de la universidad…
“Mi madre está orgullosa de mí y le dice a todo el mundo que es muy afortunada de tener un hijo como yo, mis sobrinos y mis sobrinas siempre se ponen contentos cuando ven al tío Luc…
“Cuando mi hija se rompió el brazo, lloré más de lo que ella lloró. Leo libros, ayudo a las personas, salgo y agradezco a los veteranos de guerra, e incluso lloré con Armageddon…
“Así que la próxima vez que les sonría y salude a su pequeña y le digas: ‘No, no, querida, no hablamos con motociclistas sucios’… Recuerda que, aunque heriste mis sentimientos, este ‘sucio motociclista’ ¡sería la primera persona en correr a tu casa en llamas a salvar el pescadito de tus hijas pequeñas para que no estén tristes!
– Luc Perrault