Nada como salir con el crush a una cita al estadio y ver un partido de un deporte que compartan en común. Fútbol, básquetbol, béisbol; las citas románticas también se pueden dar mientras se ve a un montón de jugadores persiguiendo una pelota. Además, es el momento perfecto para gritar y vivir la pasión de las porras, los colores y las trincheras entre bebidas y comida de estadio.
Pero hay otro motivo por el cual se puede pasar un buen rato con el ser amado, y es la clásica kiss cam de los medios tiempos, la cual recorre las butacas de todo el recinto para encontrar a las parejas y así verlos darse un beso y demostrar su amor. A veces el resultado es muy chistoso, pero en otras ocasiones trágico, como la historia del soldado caído que les mostraremos.
Durante el medio tiempo del partido de béisbol entre los Sultanes de Monterrey y los Diablos Rojo del México, en el Estadio Mobil Super, la kiss cam hizo de las suyas con los asistentes, enmarcando tiernas escenas de amor coronadas con un beso. Pero cuando llegó el turno de un chica y su acompañante, pareció que la química no fluyó entre ellos y no se dieron el beso; ella solo se cubrió de la pena.
La cámara siguió su recorrido con otra pareja, pero después volvió con ellos y la vergüenza no paró. Hasta los que estaban sentados detrás comenzaron a hacer burla de la situación, pues la chica intentaba cubrir su incomodidad con la mano y el chico parecía alistarse y la miraba como esperando el momento preciso.
¡NOOOOOOOOOOOO! ¿Qué acabo de ver? 💔💔 😭 pic.twitter.com/A7aYTSlh14
— Sultanes de Monterrey (@SultanesOficial) April 25, 2023
Pero la cereza del pastel, o “el último clavo del ataúd”, lo puso la misma chica, quien al verse vulnerada por la situación y en medio de la presión, le dijo al varón que estaba detrás de ella que si aceptaba un beso entre los dos. El hombre aprovechó el momento y jugó las cartas a su favor. De esta forma, besó a la chica, dejando al otro pobre humillado ante las cámaras del estadio. Un soldado caído más.
El video corrió rápido por distintas redes sociales, exponiendo la peculiar situación. En los comentarios, las personas señalaron que el hombre tuvo varias oportunidades para aplicar sus dotes seductores, pero no hizo nada para tomarlas. De la misma manera, muchos fueron testigos de cómo el chamaco fue mandado directito a la friendzone. O al menos eso creemos, ya que desconocemos el vínculo entre ellos.
‘Si yo fuera el vato y la invite me paraba y me iba alv’; ‘Le pasó por lento’; ‘Ninguna mujer está obligada a besarse con un wey que le invita una cerveza’; ‘Ni te agüites, te hicieron un favor claramente no vale la pena como mujer’; ‘Ya entendí, realmente se lo merece el chavo, la morra estaba esperando a que le diera un beso y no lo hizo, el morro se queda quieto’; ‘Ella quería, hasta se acomodó. Fue el vato el que no se atrevió. Muchos hombres no la ponen por ser feos, si no por no atreverse’.
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