Al parecer hemos pasado los últimos 31 años aprovechándonos de la buena voluntad de una persona que, nada más por buena gente, nos dio el beneficio de que su propiedad alumbrara nuestros días. Pero esto se acabó.
Esto es de verdad no tenerle miedo al éxito, y no dejar que nadie te diga que no puedes hacer algo por muy ridículo que suene. La española María Ángeles Durán, de Galicia, llevó el capitalismo a un nuevo nivel estelar porque se autoproclamó la dueña legítima del Sol.
Pero lo interesante no es que esta señora lo haya dicho y ya, sino que hizo toda una investigación sobre Derecho Internacional, se preparó y le expuso su caso a un notario para que le expidiera un documento 100 por ciento válido y legal que la nombra: “Propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra en el centro del sistema solar, situada a una distancia media de la Tierra de aproximadamente 149,600,000 kilómetros”.
Después de 5,000 millones de años de dar luz y vida al sistema solar, ahora esta estrella ya tiene dueño. Ya existía el antecedente de un norteamericano que quiso escriturar los planetas y la Luna, pero su caso no procedió y se tuvo que hacer una ley que prohibiera la adquisición. Pero nadie dijo nada del Sol, y María aprovechó ese hueco legal.
El detalle es que ahora la “solteniente” quiere un pago por el uso de su propiedad para generar energía solar. Ángeles estuvo “dando” energía gratis todo este tiempo, y su razonamiento fue que si se paga por el uso de ríos para generar energía hidroeléctrica ella también puede cobrar por su Sol.
Según ella, de lo que le paguen va a repartir las ganancias a los gastos generales de Galicia, financiamiento de pensiones, investigación y salud; pero obviamente se quedará con el 10 por ciento de todo este millonario cobro que quiere hacer.
Ya lo ven, no es que seamos pobres por no tener dinero sino porque nos hace falta la visión estrambótica que solo una especie de villana de película podría tener. ¡Hacerse dueña del Sol, por Dios, qué gran idea, cómo no se nos ocurrió antes!