¿Cuál es la mejor manera de vengarse de un cliente? Echar su Mercedes Benz al fondo del mar. Al menos esa es la respuesta que encontró un mecánico español. Entre las carcajadas y la preocupación por el sujeto, trabajadores grabaron el hecho con su teléfono celular.
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El puerto de Arenys de Mar (Maresme) en Cataluña, España, sirvió de escenario para que un sujeto se acercará a unos trabajadores que estaban operando una retroexcavadora y les pidiera que grabaran su próxima hazaña.
Según los testigos, el mecánico, de unos 30 años que vestía ropa deportiva y una gorra, se acercó a los trabajadores para decirles que su próxima hazaña era digna de ser grabada, porque sería famoso en las redes sociales. Uno de los operarios, dijo:
Se acercó, nos dio la mano y nos preguntó si la máquina sería capaz de sacar del fondo del puerto un Mercedes.
Al principio no le hicieron demasiado caso. Poco después, el trabajador estuvo dando vueltas en el muelle en un lujoso auto Mercedes; y más tarde volvió con mucha determinación y “nos gritó que grabásemos lo que iba a hacer”. Uno de los operarios apenas pudo sacar su teléfono para grabar la escena.
El mecánico se enfiló desde el extremo más alejado del muelle y aceleró hacia el agua:
“El coche voló unos diez metros por el aire hasta chocar con el mar. El puerto es una zona de trabajo y es habitual que haya accidentes, pero nunca un hecho tan impresionante como que un conductor premeditadamente se lance con el coche al agua a toda velocidad”, relató uno de los trabajadores en el puerto.
En un principio, el mecánico quedó aturdido. Desde el muelle le gritaban que saliera porque el auto se estaba hundiendo y en pocos segundos se sumergiría completamente. Cuando salió del agua, bromeó con regresar por su teléfono al auto.
Poco después, los servicios de seguridad, la Guardia Civil, la policía local y varios botes de salvavidas aparecieron en la escena. Varios buzos tuvieron que sujetar el carro con boyas inflables para sacarlo al muelle, donde finalmente quedó estacionado.
Los testigos dijeron que el conductor temerario se veía muy tranquilo, pero cansado, como si se hubiera sacado un gran peso de encima. La policía recriminó al sujeto, dicen los testigos, señalándole que lo que acababa de hacer no tenía ninguna gracia, a lo que respondió:
Verás la gracia que le va a hacer al propietario del coche.
Según se dio a conocer más tarde, el protagonista de la hazaña es un mecánico en Arenys de Mar. Su cliente, el dueño del auto, le debía dinero y no quería pagar, por ello decidió vengarse en un ataque de ansiedad. Al parecer, padece de depresión y no veía solución a sus problemas.
Las autoridades descartaron que se tratara de un intento de suicidio, pues “se tiró con las ventanas abiertas, en una zona de poca altura y profundidad”, explicaron. De todas maneras, el mecánico fue ingresado al área de psiquiatría de un hospital.