Una madre, de nombre Terri Evans, descubrió que su hijo era el intimidador de la escuela a donde asiste. Se enteró que su hijo había estado molestado y agrediendo a una chica nueva de su escuela, la había humillado pisándole sus zapatos hasta romperlos, y creyó que debía hacer algo, ya que los actos de su hijo indudablemente debían tener consecuencias.
¿Qué hizo? Lo humilló públicamente en Facebook… pero eso sería sólo la punta del iceberg como castigo.
El mensaje, que ya fue eliminado tras volverse viral, decía:
“Estoy absolutamente indignada por mi hijo de 12 años que pisó a propósito el pie de la chica nueva de la escuela; se lo torció tan fuerte que rompió sus zapatos nuevos. Te voy a decir algo Jacob, si te atreves a respirar frente a ella o en la dirección de cualquier otro para intimidar, yo te entregaré personalmente a sus padres para que realices tareas degradantes hasta el tiempo que ellos crean conveniente… ¡Dale un beso de despedida a tu dinero de cumpleaños porque vas a comprarle a la chica un nuevo par de zapatos y un ramo de flores! #YoNoTendreUnBullyEnCasa”
Al principio su hijo fue etiquetado en este post para que sus amigos pudieran verlo y, presumiblemente, reírse de él por haber sido reprendido por su madre. Sin embargo, ella quitó la etiqueta después de que su mensaje empezó a hacerse viral.
Luego actualizó el mensaje:
“Para responder a algunas preguntas. Sí, mi hijo puede ver esto, y él fue etiquetado antes de que se hiciera viral (no me di cuenta que fuera a pasar); por lo que sus amigos podrán ver que sus acciones tienen consecuencias. Él no es grande, ni inteligente, ni fuerte, ni divertido; él es un muchacho de 12 años responsable con su mamá.
No me importa si no están de acuerdo con mi estilo de crianza, mi hijo humilló y avergonzó a una niña; e independientemente de su razones (que no esperaba romper el zapato, solo pensó que ella podría pasar y tropezar) esa niña todavía está llorando. No obstante, para el conocimiento de cualquiera, esa chica pudo haber dejado su antigua escuela porque estaba siendo intimidada… entonces, se pueden imaginar cómo se debió sentir con el acto de mi hijo de ridiculizarla. Así que mi llamado a avergonzarlo en línea es francamente nada en comparación con la humillación que la niña nueva tuvo que enfrentar al caminar con un zapato roto y los ojos rojos de tanto llorar.
Posdata… por supuesto que me senté y hablé con él sobre su comportamiento, ¡no solo lo etiqueto en un post para que lo lea! Estoy completamente segura de que esta será una única ocurrencia que no se repetirá”.
El post fue compartido más de once mil veces y obtuvo más de 54 mil likes. Recibió numerosos comentarios, tanto positivos como negativos. Algunos apoyaban las medidas tomadas por la madre, mientras que otros le cuestionaban su castigo, ya que quedará plasmado para siempre en Internet.
Desde entonces, Terri ha hablado con su hijo; sostiene que su hijo no va a hacer nada similar en el futuro. Y si lo hace, es probable que también se haga viral.