Muchos de nuestros rasgos físicos están genéticamente codificados, pero también una buena parte de la inteligencia se hereda y no es gracias a los papás que somos inteligentes.
Diversos estudios científicos se interesan por el papel de la herencia genética en el desarrollo de la inteligencia y la mayoría de estas investigaciones coinciden que son los genes de las madres los que están más relacionados con la capacidad de razonamiento y otras funciones cognitivas complejas.
Según los científicos de la Universidad de Cambridge, entre el 45 y el 60 por ciento de la inteligencia está codificada en el cromosoma X que se hereda de las madres. Llegaron a esta conclusión gracias a una serie de experimentos que se han realizado desde el siglo XX.
En 1984, un estudio de Cambridge analizó los embriones de ratones que habían sido genéticamente modificados. Un grupo de esos pequeños mamíferos tenía una mayor proporción de genes maternos, y descubrieron que el cerebro y cabeza de estos ratones creció más que el de los animales con mayor proporción de genes paternos.
Conforme fueron analizando a estos ratones también descubrieron que en su cerebro había células que solo contenían genes maternos o paternos y cuál era su ubicación específica. Al estudiar la corteza cerebral, encargada de procesos cognitivos complejos como el razonamiento, solamente encontraron células con genes maternos.
Ese hallazgo abrió un nuevo campo de estudio sobre la carga genética y la inteligencia. Recientes estudios también comprobaron que el coeficiente intelectual de los hijos es más parecido al de las madres que al de los padres.
Una investigación hecha por el Consejo de Investigación Médica de la Unidad de Ciencias Sociales y de la Salud Pública de Glasgow, hizo pruebas de razonamiento a 12,000 jóvenes de entre 14 y 22 años, y también midieron el C.I. de sus padres y madres para compararlos; el resultado fue que los puntajes de inteligencia de los hijos se acercaron más a los que obtuvieron las madres, con una diferencia máxima de 15 puntos solamente.
Claro que reducir la inteligencia a su aspecto genético no es del todo válido, pues también van de la mano la nutrición y la estimulación intelectual que se le dé a los niños. Sin embargo, parece que al menos los genes maternos sí tienen un papel principal en el desarrollo y alcance de las capacidades mentales.
Si acaso te preguntabas por qué tú y tu padre hacen las mismas tonterías, es tal vez porque heredaste de él poca (o ninguna) inteligencia; y sí… lo más probable es que tampoco tus hijos brillen por su intelecto, a menos que tu mujer sea una genio.
Es justo como lo explicaron en los Simpson: parece que solo las mujeres heredan su inteligencia, mientras que los hombres, con cerebros defectuosos por el cromosoma Y, estamos destinados a ser unos fracasados… pero fracasados espectaculares.