Los perros son los mejores amigos del hombre, pero también hay cierta mala fama asociada con los canes bravos, como los pitbulls, que tienen peor fama a nivel mundial, lo que se ve reflejado en numerosas legislaciones alrededor del mundo para ponerles controles especiales por su “gran agresividad”, mientras que el consenso general es que los “perros de juguete” como los chihuahuas son “inofensivos”… aunque podríamos estar entendiendo todo al revés.
En un reciente estudio de la plataforma Dognation, que tomó en cuenta la información suministrada por alrededor de cuatro mil dueños de perros y las 35 razas caninas más comunes de perros en Estados Unidos para determinar qué perros eran los más agresivos, se obtuvo que los pitbull terrier quedaron entre los perros menos agresivos, mientras que los chihuahuas fueron los que exhibían más conductas violentas o agresividad en todas las instancias.
Chiquitos pero broncosos
Si no fueran tan pequeños e incapaces de causar daño alguno, es posible que los perros chihuahueños serían temidos si mantuvieran su conducta agresiva. Los chihuahuas reprobaron muy seguido la prueba de la Sociedad estadounidense de Prueba del Temperamento, pues 69.8 por ciento de las veces, estos se mostraban broncosos, haciéndolos la raza más propensa a perder los estribos.
Entre las 35 razas que fueron estudiadas por Dognation para determinar la agresividad de los perros respecto a su raza, los chihuahua fueron los que mostraron más datos de agresividad, sobre todo en contra de perros más grandes que ellos. Así, el chihuahueño tuvo un récord terrible de civilidad frente a personas y canes tanto conocidos como desconocidos.
Pitbulls: mala fama inmerecida
Siendo llamados a través de los años “bombas de tiempo con patas”, “peligro a la salud pública” y hasta “bestias terribles”, en el estudio de Dognation, los pitbull terrier estuvieron entre algunos de los más mansos animales, mientras que el estudio de la Sociedad estadounidense de Prueba del Temperamento se encontró que el 86.8 por ciento de las veces lograban mantenerse cool, lo que los coloca en 6° lugar de comportamiento, entre los poodles y los beagles. El chihuahua ni siquiera entró en el Top 10.
El miedo hacia la legendaria “mala actitud” de los pitbull ha hecho que a través de los años haya legislaciones específicas que restringen las características del alojamiento de los animales, uso de bozal e incluso eutanasia en algunos casos . Por supuesto, ni los rottweilers ni mucho menos los chihuahuas tienen esas restricciones y prejuicios asociados, lo que parece algo injusto viendo que la actitud de los pitbull es más bien “relajada” a pesar de los mitos a su alrededor.
Otros factores: no todo es de nacimiento
A final de cuentas, los desarrolladores del estudio explican que ninguna raza fue demasiado agresiva, simplemente ocurre que los chihuahua terminaban más seguido en la región de mayor agresividad, mientras que los demás animales eran más bien ecuánimes. La razón por la que los chihuahuas fueron señalados con más fuerza es que los otros perros incluían a los pitbull terrier, pero también a pugs, collies y king charles cavalier spaniel y estos mostraron conductas modelo, por lo que los diminutos perros hipoalergénicos quedaron como los malos de la película.
Según el estudio de la revista Science, que estudió a unos 18385 perros, el comportamiento de los animales sí está influenciado por su genética, pero su raza no es suficiente para determinar su comportamiento y otros parámetros como el entorno, la relación con los humanos y con otros perros son más determinantes y deben tomarse en cuenta más que la raza para determinar cuál será su comportamiento. Así que hay que darle una oportunidad a los pitbull terrier y ver si se puede aplacar a esos pequeños perros lampiños y broncosos, que una buena educación hace la diferencia.